TEST 10

EXTENDERTE

El cuerpo siempre funciona según dualidades opuestas, como viste en lo referente a las tareas vigorosas de empuje y tracción más simples, por ejemplo.

Si has puesto a prueba tu compresión corporal, no nos olvidaremos de su contraria, la extensión global del cuerpo y activa —sin la ayuda de la gravedad, como sucede al suspenderte.

Esta prueba tiene su miga, ya que valora una función muy concreta y específica acerca de cómo se mueven los hombros respecto a tórax y espalda, la que genera provoca más restricciones en este sentido para la mayoría de personas.

Por tanto, atiende bien a mis indicaciones –y, de nuevo, no las confundas con “normas de corrección” o “para no hacerte daño”. 

TEST 10: Busca una pared o un lugar estable en el que apoyar la espalda con las lumbares en permanente contacto.

Extiende los brazos por encima de la cabeza.

¿Alcanzas a tocar la pared con tus pulgares sin despegar la espalda?


¿Has podido?

¿Te ha costado mucho?

¿Molestias en los hombros o las cervicales?

¿Se te separaban las lumbares de la pared?

Dependiendo de tus dificultades, puede que «falles» en la activación del centro del cuerpo o tu movilidad de hombros ande limitada, algo que tu cuerpo trata de compensar arqueando la espalda y levantando las costillas –cosa que, por cierto, no es incorrecto o malo; es un hecho y ya está.

No poder llevar los brazos por encima de la cabeza con libertad y sin dolor es una de las restricciones más habitual, la cual limita cantidad de posibilidades de movimiento que implican una extensión global del cuerpo.

Si no has podido «extenderte» con comodidad, tenlo presente.

¡Penúltimo test! ¡¡Subidón!! Nunca mejor dicho…