ESTABILIZARTE
En el experimento sobre empujar ya introdujimos el concepto de bloqueo.
Y es que, siempre que te mueves, ocurre un doble juego entre lo que se mueve, la parte mecánica, y lo que no se mueve, lo que se bloquea, y que en realidad está transmitiendo las diferentes fuerzas que transitan a través del cuerpo.
Si no hay bloqueo o estabilización, la fuerza se disipa y el movimiento se reduce o simplemente no ocurre.
El cuerpo se torna en una especie de flan, terriblemente ineficaz a la hora de aplicar fuerza a cualquier gesto, ni que sea en intensidades bajas (no lo confundas con “vigor” o “ejercicios de fuerza”).
Comprueba, pues, tu capacidad y habilidad para estabilizar el cuerpo no solo en tu centro, también en hombros y caderas.
TEST 8: Trata de permanecer lo más quieto posible partiendo de la posición de “plancha” pero, a la vez, renunciando al apoyo de una mano y su pierna contraria.
La única norma: no perder la línea más o menos recta que une hombros y pies.
La trampa: perder la línea permitiendo que la pelvis caiga hacia el suelo o sacando culo.
¿Sabes y puedes aguantar unos 10 segundos por cada lado?
Nada de nivel, apto o no apto, bien o mal.
Preguntas, preguntas, preguntas sobre la experiencia.
¿Has temblado mucho?
¿Te costaba mantener el equilibrio?
¿Dónde te sentías más inestable? ¿En el brazo, la pierna o el centro del cuerpo?
¿Te dolían la muñeca o el pie que tenías apoyado en el suelo?
¿Cómo has llevado eso de respirar mientras mantienes tensión en todo el cuerpo?
Todo eso es lo que puedes valorar en torno a esta prueba.
Extrae tus propias conclusiones.