Palancas corporales. Cómo hacer más fáciles flexiones y remos cuando no puedes hacer sus formas puras

Esta entrada del blog forma parte de una serie de lecciones sobre calistenia que desarrollamos junto con los lectores hace un tiempo.

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(De hecho, si no has completado las lecciones anteriores probablemente no entenderás lo que veremos hoy)


No puedes.

Hacer flexiones y remos invertidos con la intención técnica que hemos descrito es como imposible para ti.

Si eres estricto, no hay manera. Es demasiado para ti.

Vale. No pasa nada. Nadie nace enseñado. Ni preparado.

Hay alternativas.

La palanca corporal en flexiones y remos

Como ya sabes, las flexiones de brazos y los remos invertidos son patrones de movimiento de empuje y tracción que se caracterizan por la horizontalidad de la posición corporal que, a su vez, representa una «lucha» perpendicular contra la fuerza de la gravedad.

Esa posición corporal cercana a la horizontal viene determinada por el hecho de que tus pies y manos están fijos en el suelo o una barra, algo invariable durante los dos ejercicios.

Sin entrar mucho en detalles mecánicos, la referencia que más nos importa en este sentido son los pies, que representan el fulcro de la palanca que forma el cuerpo hasta los hombros, movida desde el otro extremo a través de la fuerza que imprimes con los brazos.

La mala noticia es que esa posición horizontal teniendo como referencia ese fulcro, tanto en flexiones como en remos, genera la palanca más «pesada» para tus brazos, tanto por la distancia que hay entre pies y hombros (máxima cuando tu tronco y cadera están extendidos) como por el ángulo que forma la palanca respecto a la fuerza de la gravedad (cerca de la perpendicular).

Las formas puras de flexiones y remos son las menos ventajosas mecánicamente hablando.

De ahí que de primeras puedan ser demasiado duras para ti, si quieres hacer las cosas bien y con cabeza, sin distraerte de tu intención técnica y tus propósitos, claro está.

La buena noticia es que puedes jugar con esos dos factores que hacen tan exigentes flexiones y remos:

· La longitud de la palanca corporal

· El ángulo de la palanca corporal

Cómo hacer más fáciles flexiones y remos cambiando la longitud de la palanca corporal

Sencillo.

Flexionando las rodillas.

Al acortar la palanca que tienen que mover tus brazos, ahora con una longitud determinada por la distancia entre tus rodillas y tus hombros, tu cuerpo «pesa menos» y es un poquito más fácil de mover.

¡Pero cuidado!

Que flexiones las rodillas en tus flexiones y remos no quiere decir que te olvides de tu intención y rigor técnicos en lo que se refiere al bloqueo del centro, estabilización escapular, trayectoria, recorrido, etc.

Todo sigue igual excepto esa modificación.

Tenlo presente porque es muy habitual que al cambiar la posición del cuerpo, aunque sea mínimamente, este no sepa bien cómo moverse y necesita aprender de nuevo.

Al recurrir a esta alternativa, vigila especialmente tu bloqueo del centro. Cambiar la posición y la tensión que tiene que hacer tus piernas puede despistarte fácilmente en este sentido.

He aquí un par de vídeos que te ayudarán a entenderlo mejor:

Cómo hacer más fáciles flexiones y remos cambiando el ángulo de la palanca corporal

Es decir, modificando el ángulo que forma tu cuerpo respecto al suelo, que ya no va a ser tan horizontal y que vas a poder regular dependiendo de tu condición:

· Más cerca de la horizontal – más exigente.

· Más cerca de la vertical – más liviano.

Debo confesar que personalmente prefiero esta segunda alternativa.

¿Por qué?

Porque no cambia para nada la postura corporal en sí.

La alineación entre los pies y los hombros no se ve alterada, así como la forma en que el centro corporal debe mantener el bloqueo.

Lo único que cambia es la intensidad de la tensión que necesitas generar para dicho bloqueo y de la fuerza que tienen que imprimir tus brazos -algo que no ocurre exactamente igual para la opción de acortar la palanca corporal, en la que cambias ligeramente el patrón y facilita, como veíamos, ciertos despistes.

Por lo tanto, cómo no, insisto: recuerda que nada cambia (bloqueo, estabilización, etc.).

Las distracciones habituales para esta alternativa son idénticas a las de las formas puras.

Ahora ya no tienes excusas para no hacer flexiones y remos, o para intentar hacerlos en su forma pura pero de cualquier manera.

Respeta los principios.

Y trabaja como tú y solo tú necesites trabajar.

He aquí un par de vídeos que te ayudarán a entenderlo mejor:


Ejercicio del día: experimenta los dos ejercicios con diferentes ángulos, así como con las rodillas flexionadas, hasta comprender cómo afectan estas variables a su ejecución.

Encuentra cuál se ajusta mejor a tu estado para ser capaz de hacer ni que sea unas pocas repeticiones de cada ejercicio, al menos entre 3 y 5.

Grábate si es necesario, sobre todo para mantener a raya las distracciones habituales.

Rober Sánchez – M de MovimientoSoy Rober Sánchez, director del Laboratorio de Movimiento, nuestra plataforma de entrenamiento online. Desde 2003 enseño a las personas a entrenar para construir cuerpos móviles, fuertes y hábiles, y poder moverse de verdad.

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