Me acerco al portal de casa.
Acabo de recoger a Abril en la guarde.
La llevo en el carrito, porque cuando sale suele quedarse frita y tengo 20 minutos caminando.
¿Blasfemia?
Como para llevarla a cuello…
Con el portátil, el material de “entreno”, Lula reventada después de toda la mañana en movimiento con un solarro que ya aprieta bastante…
Y un hombre de unos 70 años se me pone delante.
No me deja pasar.
Se queda mirando a la niña.
Se encoge y la señala con el índice de la mano derecha, como si se estuviera escondiendo.
Es porque no quiere despertarla.
El abuelete dibuja una tierna sonrisa.
Y me dice:
–¿Has mirado bien a tu hija qué linda es?
–Todos los días y a todas horas –le respondo también sonriente.
Y nos despedimos con un gesto de cabeza.
Me quedo pensando…
Es “solo” eso.
Es justo eso.
Mirar bien.
Mirar bien a tu cuerpo. Mirarte bien a ti mismo.
Y mimarte y cuidarte y darte amor y atención y recursos y posibilidades y libertad.
Todos los días y cuanto más, mejor.
Aprendemos y “entrenamos” frecuentes, diversas y variadas maneras en Movilidad Natural.
Y las pasas por tu filtro personal individualmente, para integrarlas en TU VIDA COTIDIANA CADA DÍA.
Rober
PD: es «solo» eso. En el enlace.