Ideas para lo que tú quieras, literalmente.
Te lo explico con mi experiencia del email diario.
Y sirve para todo, también para moverte, cómo no.
Verás.
Cuanto más tiempo lleves siguiéndome, más lo sabrás.
Especialmente los últimos años.
Cómo narices lo hago para escribir tanto.
De dónde salen tantas ideas.
Y cada día.
Sencillo.
Es cuestión solamente de “entrenar” una habilidad.
Luego, cuidado, están el resto de las habilidades de escritura, que se adquieren mirando, leyendo, formándote y con muchíiiiiiiisima práctica.
(¡Mira! Un idea para otro correo).
Pero la habilidad, la técnica, el método, “el secreto” o llámalo como quieras solo es una.
Siempre empieza por aquí.
Es la base de todo.
Te lo cuento y luego nos lo llevamos al movimiento.
¿Qué es eso que he “entrenado”, que he musculado tanto, que he metabolizado hasta tal punto que soy capaz y hábil para generar ideas infinitamente para mis correos?
Porque, te lo digo en serio, tengo ideas continuamente.
Voy por la calle y se me ocurren cosas.
En el súper, en el cole de mi hija, en la cafetería, en el parque.
Algunas las uso.
Y otras se me olvidan.
Pero me da igual, porque lo he entrenado tanto que no tengo que estar ahí guardando ideas por si me quedo sin.
Sé que con esta habilidad hay espacio y movimiento para muchas otras.
De hecho, mientras escribo un correo como este, se me ocurren tres o cuatro correos más.
Imagínate la libertad que me da esto.
Por no hablar de lo que llego a DISFRUTAR, claro.
Escribir, como moverme, me encanta.
Y poder “exprimirlo” (en el buen sentido) al máximo, buah, es que me chifla y me sienta de lujo.
Bien.
Pues lo que tengo tan desarrollado que me da tanta libertad y tanto disfrute es solo esto:
Ampliar mi abanico de reconocimiento e inspiración de ideas.
Gracias a eso, cuento con decenas, cientos, miles de posibilidades de ideas todos los días.
Y con tanta posibilidad de ideas pues, ya ves, tanta posibilidad de moverlas escribiendo.
Con el movimiento pasa exactamente lo mismo.
Hay quien, por su condición y porque no lo tiene desarrollado, pues las “ideas” y posibilidades de moverse que tiene son más bien pocas.
E incluso lo intenta, eh, lo intenta.
Sale del “ejercicio” y se mueve hacia el yoga, las carreras de obstáculos, la halterofilia, las artes marciales, el Crossfit…
Pero no. El cuerpo no quiere. No le deja.
Ni moverse ni disfrutarlo del todo.
Uy, ay, a ver a ver… Imposible.
Es lo que tiene vivir (moverse) tanto tiempo en un entorno tan pobre, limitado, restringido…
…y meterse en otros berenjenales que siguen enmarcados en limitaciones, normas, especificidades.
Luego está quien disfruta de esas tantísimas posibilidades de movimiento.
Y si no lo hace ya, tiene el potencial de hacerlo cuando le plazca.
Y, cómo no, disfrutar y divertirse mucho más moviéndose simplemente por el placer de hacerlo, que también es importante.
¿Por qué?
Porque de base puede moverse en un amplio abanico de patrones de movimiento.
Porque se han enfocado en moverse diversamente y tendiendo hacia la complejidad, sin más.
Mira tú por dónde, yo tengo un curso de esto.
Amplitud, posibilidades, libertad, disfrute.
Para todo.
La Práctica. Exporación – Aprendizaje – Diversión
Rober
PD: iba a decir hasta el infinito, pero sería mentir. Que somos personas normales y tenemos unos condicionantes. Pero vaya, que disfrute y amplitud y posibilidades sí, muchas más. Casi infinitas. Hasta dónde tú quieras llevarlo, de hecho. No hay límites. Que para eso es un curso. APRENDES. Y lo llevas hasta el nivel que tú quieras. En el enlace.