(Te recomiendo leer este artículo con más atención y calma de lo habitual.
Incluye una de las conversaciones familiares que mejores frutos nos ha dado).
¿Es peligroso, arriesgado, problemático?
Insistirle a una mujer de 4 años con lo guapa que es.
Con sus rizacos rubios y sus ojos rasgadillos y tal.
Justo hablábamos de esto en casa hace unos días.
No hemos decidido nada.
Pero lo estuvimos pensando, así, en voz alta.
Se nos escapa a menudo lo de guapa.
No solo a nosotros como padres.
Al entorno también.
Y parece mentira lo que se puede aprender de movimiento con estas cosas.
Y de la vida, que es lo mismo que moverse.
Verás.
Abril, objetivamente, es guapa.
Nadie lo puede discutir.
¿Buena suerte? ¿Mala suerte?
La vida dirá.
Guapos y feos tienen mejor o peor vida según un montón de factores.
No nos preocupa.
Otras cosas por lo de la guapura, sí.
Pero la vida que vendrá, no.
¿Es la niña más guapa del mundo?
Subjetivamente, para nosotros, por supuesto.
Pero es evidente que no, si lo miras serena, fríamente.
Hay niñas mucho más guapas, que tiran patrás de lo guapas que son.
Y aun así se nos sale de la boca muchas veces:
¡Pero qué guapa eres!
¡¡Eres tan guapa que te comería!!
Oooohhhh… Pero qué guapa estás con esas trenzas.
Y le gusta, cómo no.
A veces pone cara así como de presumida y pregunta:
—Papa, ¿hoy estoy guapa?
—Estás preciosa, cariño.
Y pensábamos en voz alta, en casa.
Y caíamos en que hay dos problemas, dos riesgos, dos peligros.
1
Que se lo crea.
Te pongo un ejemplo, para que no me malinterpretes.
Tú imagínate que hace tiempo que haces ejercicio y tal.
Hasta, por poner, imagínate que se te da bien, o incluso muy bien.
Imagínate que estás lo que se dice “en forma”, o incluso muy en forma.
Fuerte, lo que dicen por ahí de “estar fuerte”, o incluso muy fuerte.
Y con un core en condiciones, super resistente y estable y aguantas 2’ de planchas abominables.
O incluso muy resistente y muy estable.
Y una resistencia cardiovascular…
Haces 10km, 20km.
O incluso maratones, triatlones, ironmanes…
Y series de 500 burpees.
Y te lo crees.
Te crees que te mueves bien y que las cosas van por buen camino.
Aunque si te miras al caminar, al correr, al moverte… pareces el Hombre de Hojalata.
Mucho más cuando te levantas del ordenador o sales del coche.
Y ya no hablemos de la rigidez, la tensión, la oxidación.
Sobre todo, cómo no, de tu columna, que has abandonado completamente.
Pues eso.
Que te lo has creído demasiado.
Solo digo que es un riesgo.
Que Abril se lo que crea demasiado eso de que es guapa.
Luego pasará lo que tenga que pasar.
Quién sabe.
Cosita antes del segundo peligro.
Justo ahora que estamos en caliente, en lo subjetivo, déjame recordarte algo:
Estés o no estés en forma y hagas ejercicio y tal.
Aunque tal vez más si lo haces y lo estás.
Pero desde la serenidad sabes que tienes ese punto flaco y que a la larga uff (piensa en tus 65) y que ya es hora de ponerse con ello.
Tengo un Curso de Movilidad de Columna.
Para liberarla y moverla con control y fluidez.
2
El segundo problema que salió, así, en voz alta, sin concluir nada:
¿Y si le da demasiado valor?
O sea, encima de creérselo, que lo valora demasiado.
Ojo.
Estamos a favor de que se sienta valorada.
Sobre todo por nosotros.
Meli y yo pensamos que es importante que nuestra hija se sienta apreciada por sus padres.
Importante, digo… ¡Fundamental!
Pero…
¿En base a qué?
¿A las apariencias?
En este caso, ¿a ser guapa?
Ostras, no sé.
Tenemos nuestras dudas, muchas.
Tú imagínate que, además de creértelo, caes en la trampa de perseguir eso.
El aparentar y que te valoren, te aprueben por ello.
El demostrarle a los demás lo “guapa” que eres.
O lo fuerte que estás, los kilómetros que corres, lo rápido que vas en bicicleta, la posición chachipiruli que consigues en yoga.
Olvidando lo que es realmente importante.
Ves lo que digo, ¿no?
Zona de peligro.
Y para el símil del movimiento…
Aparte de la trampa de las apariencias y la aprobación y tal.
¿Piensas, atiendes, le das espacio a tu movimiento de columna?
Bueno.
Pues para eso está el Curso de Movilidad de Columna.
Por si te lo crees demasiado y para darle valor a lo importante.
Y apreciarlo y saber qué hacer para seguir nutriéndolo en el futuro, sobre todo en la vida cotidiana, muy lejos de “hacer ejercicio”.
Rober
PD: gusto, posibilidades, bienestar en el día a día al liberar, mover con control y hacer fluir tu columna y tu cuerpo, que la sigue por todas partes. En los enlaces.