Gran lección.
Porque hay quien puede moverse porque diremos que está liberado, no tiene limitaciones ni restricciones evidentes, cosa que está muy bien.
Peeeero…
Saber hacerlo es otra cosa.
Y esto marca una gran diferencia en lo más importante.
Que no es el qué, sino el cómo.
El cómo nos movemos, digo.
Me explico:
Como tantas otras veces, nos lo mostrará mi hija de cuatro años.
Con la colaboración de un Google Nest, uno de esos altavoces que hace lo que le dices que haga (si sabes decírselo…).
Abril está a tope con la peli Avatar –pronto explico por qué.
Le mola la banda sonora y quiere escucharla.
–Ei, Google. Pon la canción del señor azul.
–De acuerdo. Reproduzco Azul de Cristian Castro en Spotify.
–Noooo, para Google…
Google ni caso, porque siempre le tienes que decir primero “Ei, Google”.
Se lo recuerdo a Abril desde la cocina.
Lo intenta de nuevo:
–Ei, Google. Para la música y pon la canción del señor azul.
–Vale. Te pongo Azul de Cristian Castro en Spotify.
Abril resopla.
–Ei, Google. Que no me estás entendiendo… Pon-la-can-ción-del-se-ñor-a-zul.
–No te he entendido bien. ¿Quieres que ponga Azul de Cristian Castro?
Abril ya se cabrea y entra en “modo vieja” a pesar de su corta edad:
–Ei, Google. ¡Se me está agotando la paciencia!
Yo me descojono y el cacharro responde:
–Y a mí.
Me meo encima directamente.
No solo por lo gracioso de la escena y la respuesta de Google, que no me esperaba.
También porque es algo que veo continuamente.
Verás.
Lo que decía:
Hay quien tiene la capacidad (poder).
Pero no la habilidad (saber).
Y moverse consiste en la combinación de ambas.
Que además requiere de algo fundamental:
Una comunicación eficaz y eficiente.
Cosa que está claro que mi hija y Google todavía no tienen.
Y que probablemente, aunque tú no sientas la espalda tiesa u oxidada, tampoco disfrutes.
De ahí que, más allá de la cuestión de la capacidad (que atacamos desde el Módulo 1 y el Protocolo de Movilidad),
en el Curso de Movilidad de Columna el resto de los módulos giren en torno a dicha habilidad.
Para SABER mover la columna desde lo más simple a lo más complejo y por orden:
- Segmento a segmento en lo más básico: flexionar, extender, rotar, lateralizar.
- Globalmente en la misma línea.
- Introduciendo por segmentos las ondulaciones, los deslizamientos y las espirales.
- Ampliándolos globalmente.
- De una manera mucho más rica, si cabe, pero que no puedo desvelar. Ya es en el Módulo 8.
Bien.
Si quieres saber, además de poder, (desarrollamos las dos cosas)
siguiendo el flujo de la diversidad y complejidad de movimiento para nutrirte en el día a día y que todo funcione mejor,
esto puede interesarte:
Curso de Movilidad de Columna. Liberación – Control – Fluidez
Rober
PD: para saber comunicarte con tu columna (y tu cuerpo) y que suene la canción que tú realmente quieras, y no la que pongan al tuntún en la radio. En el enlace.