Terapia familiar para adicción al móvil

​Ayer en casa veíamos La gran distracció, un reportaje documental de TV3, la tele pública de Catalunya.

Trata sobre la adicción al móvil en niños y adolescentes.

Cosas muy heavys.

Para nosotros, una mucho más que el resto —​sobre la que trata este artículo.

Ya podíamos intuir algo.

Hay ya una gran evidencia de que destroza el desarrollo de los peques a todos los niveles.

En plata: les jo de la vida.

Es un tema que nos preocupa un montón.​

Por eso hasta ahora hemos conseguido que Abril a sus cuatro años no haya usado el móvil nunca sola.

Lo máximo que hace es mirar algunas fotos o vídeos con nosotros de cuando era pequeña, salimos de excursión o vamos al parque con sus amigas.

Y desde luego jamás de los jamases se nos ha pasado por la cabeza utilizarlo como parking, en modo entretenimiento, para que se esté quieta, viendo dibujos o lo que sea, distraída.

Tampoco para que juegue.

Para eso tiene su cuerpo, sus cachivaches, y su curiosidad e imaginación.

Ahora, lo peor:

De todo el jaleo, lo que más nos impactó fue lo de la terapia.

¿Con los peques y no tan peques?

No.

Solo con ellos no.

Con las familias.

Padres y madres que ya no sabían qué hacer porque la cuestión se les había ido de las manos completamente.

Puros dramas.

Y fíjate en esto.

Todas personas normales, alfabetizadas, inteligentes, formadas e informadas, hasta podríamos decir concienciadas.

O sea.

Por ejemplo y sin juzgar ni estigmatizar a nadie, como el fumador que sabe que se está jo diendo la vida.

Pues lo mismo pero con los malditos móviles.

Todo el mundo «sabe».

Actuar es otra cosa.

Tomar partido de manera determinada, responsable, comprometida.

Eso… caca.

Hasta que puedes llegar al punto, sin apenas darte cuenta, de que se te vaya de las manos y tengas que tratarlo, «curarlo», porque ya ha habido disfunción sistémica, lesión, daño.

Con lo del cuerpo tocho / rígido / oxidado y el sedentarismo articular y el movimiento global y diverso diario

y las pequeñas quejas que luego son molestias que luego es dolor que luego es incapacidad o lesión o deterioro (daño) real…

…y ays y uys y uffs y ahora ya no puedo ni agacharme para jugar con mis hijos o coger algo del armario porque me mareo o me pellizca un hombro…

…pasa exactamente lo mismo.

Hasta parece que venga de golpe, cuando ya estás en el hoyo.

Cuando en realidad te lo has estado ganando durante años.

Por mucho «ejercicio» que hayas hecho, por cierto.

Bueno.

Pues para tomar acción (moverse) y no alcanzar este punto

y, qué co ño, para disfrutar mucho más del presente y de la vida ahora, y como consecuencia en el futuro,

puedes apuntarte al siguiente grupo de Movilidad Natural.

Rober

PD: ya no hace falta «saber» más, informarse más, «concienciarse» más. Para actuar es en el enlace.