Ojo, que vengo con un truco de movimiento espectacular para moverte mejor.
Dentro de exactamente 18 líneas.
Gracias a los papis cortos y mamis cortas del cole de mi hija.
Sonrojante como mínimo.
El otro día fue el primer día.
Desde hace tres años, todos los primeros días son iguales para mí… y para el resto.
Cosa preocupante, ya que me chiva que el panorama sigue igual.
Un año y otro año y otro año igual, quiero decir.
Una locura en plan “el día de la marmota” lo de algunos papis y mamis.
No sé si te habrá pasado alguna vez esto de estar anclado en el tiempo.
Pero sin dejar de envejecer.
Uff.
Es día de adaptación.
Los peques no van a tener problema.
Los padres y las madres pasan apuros, lo cual les pone en evidencia.
Abril está la mar de adaptada ya porque llevo pre-adaptándola hace días.
—Cariño… Cinco minutos y me voy a casa.
Los cinco minutos que me bastan para ver lo cortos que son padres y madres.
*Matizo, más padres que madres.
El truco:
No hay nada como mirar.
Miras y lo ves enseguida.
- Las muecas.
- Los ays y uys
- Los gestos raros.
- La gotita de sudor en la frente.
- La cara como un tomate.
- La mano en la rodilla o en las lumbares después de un par de minutos agachados o sentados en el suelo.
Porque es lo que hay cuando estás con peques de tres, cuatro, cinco años…
Te mueves por ahí abajo.
Y hay cuerpos que no lo toleran.
Que se quejan, se molestan, se incomodan.
O, lo peor, incluso algunos que no pueden ni planteárselo.
No es yoga, circo, Pilates, Crossfit, una maratón…
Es la vida y gestos normales, naturales para el ser humano, cuidado.
Y cuerpos que…
Mejor lo dejo aquí, ¿no?
Mi opinión que nadie me ha pedido es que es una pena en el presente.
No la molestia, la imposibilidad o la queja.
Eso también.
Pero sobre todo el no poder disfrutar plenamente, espontáneamente, naturalmente, cómodamente con tus crías o, en su defecto, las que tengas alrededor.
Eso en el presente, decía.
¿Y en el futuro?
Porque está muy guay esta vena mística del aquí y el ahora y tal.
¿Pero mañana qué?
En este sentido, solo veo personas cortas de miras.
Si entre los 30 y los 40 te mueves así…
Mejor lo vuelvo a dejar aquí, ¿no?
Para ponerse las pilas y que no te vuelva a pasar ni el año que viene ni nunca más, tal vez esto te interesa:
Rober
PD: no hay juicio alguno. No ver el presente o el futuro desde un punto de vista corporal significa que la mente está muy lejos, desconectada, en sus cosas. Y vete a saber lo que a cada cual le ha llevado a ese punto. A mí también me pasa en otros sentidos. ¿Cómo atreverme a juzgar? Así que solo observo y apunto en la dirección del movimiento, el bienestar y la vitalidad cotidiana. Si no te das cuenta, nada que hacer. Si te das cuenta, eres consciente. Si eres consciente, puedes actuar (moverte) en consecuencia. En el enlace.