Hipertrofia muscular, Rafa Nadal y prohíben las redes sociales

Hablemos sobre Movimiento, con M mayúscula.

O sea, como no se suele hablar.

Este, en parte, es el problema de siempre.

La superficialidad, los objetivos, los resultados.

Los “5 cambios fáciles para conseguir X rápidamente”.

  • Si es fácil y/o rápido, por ahí no es. 

Y los trucos vitales (biohacks) y la salud y la longevidad “hipertrofiadas”.

  • Que, evidentemente, es lo menos longevo que puedes hacer por tu salud: hipertrofiarla e hipertrofiarte.
  • Busca en las comunidades más longevas, y dime si se parecen más a Schwarzenegger o a Bruce Lee.

En cambio, hablar de Movimiento del bueno, nada de nada.

Entonces…

Lo que ha pasado esta semana con la redes sociales en Australia y lo que ha explicado Rafa Nadal son dos buenos puntos de partida para profundizar un poco.

Vayamos paso a paso:

QUÉ TAL VA POR AQUÍ

Todo avanza en el ritmo adecuado.

Lo que va a pasar en la nueva escuela de La Alegría del Movimiento… es que no te lo puedes ni imaginar.

Claro, empecemos a matizar…

Siempre y cuando le des tiempo, ahondes, practiques intencionadamente.

Y te muevas justo en el sentido opuesto del problema que comentábamos arriba.

Si no, solo queda no imaginar nada y seguir probando a ver qué tal va con la (in)comodidad industrialista disfrazada de inmediatez, control, normas, fórmulas y certidumbre.

Queda muy poco.

PROHÍBEN LAS REDES A LOS -16

La semana pasada hablaba sobre la trampa polarizada y el pozo sin fondo que va a representar la implantación masiva de las inteligencias artificiales en lo cotidiano.

En nuestros movimientos y en nuestro Movimiento.

Las IA’s no son un problema.

Tampoco las redes sociales.

Ni tan solo para los menores.

—¿Cómo?

A ver…

Debo reconocer que, cuando vi la noticia de la prohibición, impulsivamente pensé:

“Olé, ¡qué bien!”.

Soy de todo menos perfecto y, si me dejo llevar por “lo fácil”, caigo en lo mismo que cualquier mortal.

Y más si pienso en mis hijos.

Y en esa esperanza/ilusión/deseo/incluso sueño de que todo reviente antes de que Abril cumpla los diez y nos marchemos a vivir a los bosques en plan Captain Fantastic.

  • Si no has visto esta peli, tienes que verla. Hazme caso.

Pero claro, moverse bien también implica detener la moneda que gira sobre sí misma y observar sus dos caras.

Esto es: no-moverse, indagar, meditar, reflexionar.

¿Qué se soluciona prohibiendo?

Nada.

Tal vez y solo tal vez, la cosa se mitiga.

Pero a la larga intuyo claramente que la prohibición generará que todo empeore.

Total, y simbólicamente, porque esto no es una tesis doctoral:

¿De qué me sirve que me prohíban Instagram a los 10 años si cuando llego a casa mi padre está tumbado en el sofá scrolleando hasta el infinito y más allá, mirando las mismas noticias por enésima vez, enviándose wasaps chorras con los colegas, revisando emails del trabajo?

Pues eso…

Y este ejemplo tan tonto, insisto, solo rascando la superficie.

En las profundidades la historia es más grave:

Infoxicación, hiperexigencia, validación externa, miedo existencial exacerbado, búsqueda de «el éxito y la felicidad», presión económica auto-impuesta más allá de la presión económica per se de nuestros días…

Así pues, la prohibición quiźa parezca un buen ejercicio como “intervención necesaria de los expertos / los que saben / los que mandan”.

Por aquí nadie duda de las buenas intenciones…

  • “Haz 150 minutos de cardio y 3 días de fuerza a la semana”.

¡Pero!

NO es un Gran Movimiento.

Mira que nos cuesta soltar lo establecido, lo mecánico, lo repetido robóticamente.

En lugar de movernos humanamente un poco más allá, por la vía directa de una vez por todas, sin más.

¿ERA CONCIENCIA O EGO?

Lo de Rafa Nadal es solo una metáfora más.

Se ha visto tantas y tantas veces en el jaleo de “el deporte y sus valores”.

Jamás me atrevería a juzgarlo.

De hecho, deportivamente siempre despertó en mí cierta admiración.

Ahora bien…

Lo entrevistaba Manu Carreño en El Larguero.

Y lo reconocía:

Se retiró hace cosa de un año.

Y en este tiempo solo ha jugado a tenis una vez durante hora y media.

Y fue la semana pasada.

Y le gustaría, declaraba que le gustaría, o sea que es solo un “buen propósito” como los de Año Nuevo que ya sabemos en qué acaban…

Bueno, pues decía que le gustaría jugar una vez a la semana a partir de ahora.

Esto Rafa Nadal.

A mí estas cosas me dan que pensar.

Sobre todo alrededor de dos ideas:

  1. La especialización de movimiento, no solo a nivel «físico», también «mental» (en el fondo no se pueden separar, pero bueno, para entendernos).
  2. El objetivo de ser el número 1 (en lo que sea, aunque es mucho peor si lo enfocas como «superarse a uno mismo»).

De aproximarte a ambas, ya no te digo de “lograrlas”, me parece una tragedia de Movimiento.

Pero esto es solo mi opinión y lo único que pretendía al escribir esto es que tú indagues por tu cuenta, si lo encuentras interesante.

Yo creo que lo es, y mucho, como tantos otros aspectos del Movimiento.

Así que, ya que estamos, si quieres penetrar un poco más en esta forma de comprender el Movimiento y no lo has hecho aún, puedes leer Camina, salta, baila. Muévete más y vive mejor.

AVISO: no es ni fácil ni rápido, y seguramente tampoco cómodo o placentero en algunos pasajes.

Pero es que, generalmente, «moverte así y por ahí» no es…

Así y por ahí no es…

Así y por ahí no…

Que pases un gran día,

Rober