La frase íntima que tengo en mi escritorio

Esto es íntimo.

Como tu punto débil. Y el mío.

Te explico.

Como buen minimalista, tengo tres ordenadores: uno de sobremesa, un portátil y una tableta.

Juas. O mini juas.

En los escritorios de los tres tengo la misma ¿imagen?

No.

Tengo el mismo texto. Desde hace unos cuatro años.

Slow and steady.

The hard part is “steady”.

Anyone can go slow.

It takes a special kind of commitment to do it steadily, drip after drip, until you get to where you’re going.

Es de Seth Godin, mi gurú, y quiere decir:

Despacio y constante.

La parte difícil es “constante”.

Cualquiera puede ir despacio.

Se requiere de una clase especial de compromiso para hacerlo con constancia, gota a gota, hasta que llegas adonde te diriges.

¿Por qué la tengo ahí?

Porque la quiero ver todos los días, varias veces al día.

Enciendo el ordenador y ¡eps!

Escritorio limpio, sin iconos.

Fondo blanco.

Texto en negro.

Slow and steady. Drip after drip.

¿Por qué la quiero ver todos los días, varias veces al día?

Porque es nuestro punto débil, el tuyo, el de todos.

El mío también.

El no ser conscientes ni tener la suficiente perspectiva como para comprender (y disfrutar) del poder de la perseverancia.

He leído por ahí: sobreestimamos lo que podemos hacer en un día y subestimamos lo que podemos hacer en un año.

Más intimidad.

En el curso Movilidad Natural, que dura 8 semanas, desde el día antes del inicio hasta el día después del webinar final envío como mínimo 34 emails a mis alumnos y alumnas.

34 emails en 8 semanas.

Sin contar los 8 feedbacks a sus reportes, ni los mensajes y audios por Telegram de entre medias.

Ahí, las 8 semanas dale que te pego.

Tacatá tacatá tacatá, una y otra vez, día sí día también.

Mucha más intimidad.

Me escribe por Telegram un alumno que se lo está currando un montón:

“Hoy he conseguido doblar el buenos días (una versión larga) hasta abajo y tocar el suelo sin forzar las rodillas. Hacía mucho tiempo que no lo hacía con cierta holgura. Contento es poco”.

Y le respondo:

“Cuánto me alegro. Sigue, sigue, sigue! (Con cabeza 😉)”.

En esto de la movilidad natural (no la “movilidad forzada”), la conciencia corporal y los hábitos integrados, no hay otra.

El gota a gota.

El martilleo machacante.

Pum pum, pum pum, pum pum, pum pum.

La piedra filosofal.

El “secreto”.

Es aquí: Movilidad Natural.

Rober

PD: también puede ser pim pam, pim pam, pim pam, pim pam. En el enlace.