Eso lo hago con los ojos cerrados

Puedes haber estado en uno de estos dos bandos, o en los dos.

A veces lo habrás escuchado o incluso te lo habrán dicho directamente.

Otras habrás sido tú quien lo haya pensado o dicho.

Eso lo hago con los ojos cerrados.

En cualquiera de los dos casos, es precisamente ese lugar el menos interesante en el que moverte, el poder hacerlo con los ojos cerrados.

Eso, lo que tú haces o lo que el otro hace con los ojos cerrados, sea lo que sea, hay un montón de gente que lo puede hacer con los ojos cerrados.

Da igual si eres un acróbata o un couch potato, el campeón del mundo del sedentarismo.

Con los ojos cerrados. Un montón de gente.

Lo que yo hago, lo que has podido ver en algunos vídeos, en mis tutoriales, en mis instapostureos, también.

Creo que no hay dudas sobre eso.

Hay un buen puñado de personas que lo pueden hacer con los ojos cerrados.

¿Importa tanto eso que puedes hacer con los ojos cerrados?

Ahora lo resolvemos.

Antes, mira.

Tania, que es dietista especializada en familias y alimentación infantil (taniaclemente punto com), me envió un email al terminar Locomociones.

Te copio y pego un cachito, tal cual.

Fíjate bien en los detalles.

«Tenía muchísimas ganas de hacer locomociones y me lo he pasado pipa con estos entrenamientos!

Me parece asombroso poder ponerme ahora y encadenar este tipo de pasos, que en apariencia son sencillos, pero que no hubiera sido capaz de coordinar hace unos meses.

Además, a priori, cuando ves las 2 lecciones de cada semana por separado te parece que son cosas fáciles, pero al practicarlos te das cuenta de que hay algunos que son muy exigentes y trabajas un montón.

También me sorprendo de poder retener los pasos en la cabeza (de verdad que no te imaginas la dificultad que tengo para retener patrones de movimiento), supongo que es por la forma en la que los hemos trabajado». 

¿Lo has visto?

Dice que se lo ha pasado pipa…

…con cosas aparentemente sencillas, fáciles, que le han sido muy difíciles.

Vaya vaya.

Parece ser que parecía que podía hacerse con los ojos cerrados…

Y añade:

«En resumen:

– Me ha encantado el curso y me lo he pasado súper bien con mis prácticas semanales.

– Me encantan las locomociones, me parece una manera divertida de integrar movimiento en mi vida diaria sin tener la sensación de «hacer deporte».

– Me encantan los patrones y ponerme a improvisar 5 minutitos de vez en cuando, aunque aún la improvisación no me sale muy natural porque me tengo que pensar los pasos antes de hacerlo».

Mmm… Parece que hasta puede encantarte eso de hacer cosas difíciles, tanto que se te quite la sensación de “estar haciendo ejercicio o deporte”.

La clave para la respuesta de la pregunta de más arriba.

Hay dos direcciones en las que moverte.

Una es la cantidad, los kilómetros, los tiempos, los kilos, las calorías, la reiteración de cosas que puedes hacer con los ojos cerrados.

Otra es la cualidad, la complejidad, la diversidad de cosas que no puedes hacer con los ojos cerrados.

En términos de movimiento, lo que tú puedas hacer con los ojos cerrados importa tres pepinos.

Lo que TÚ no puedes hacer con los ojos cerrados.

¡Ahí está la magia, el camino, la X en el mapa del tesoro!

¡¡En lo que tú no puedes hacer con los ojos cerrados!!

Y ya está.

Si quieres moverte, estimularte y disfrutar de exponerte, aprender y practicar “cosas difíciles”, y no a base de hacer más y más y más de lo mismo…

…te enseño una manera que puedes hacer en cualquier sitio y sin material.

Son 12 semanas de aprender, practicar y entrenar.

En este training: Locomociones.

Rober

PD: con los ojos bien abiertos, en el enlace.