Gatear. O moverse en cuadrupedia. Una forma de locomoción humana. Sin más.
Y sí, repito, humana, al menos hasta hace muy poco tiempo, cuando estandarizamos los techos a 270 centímetros, los marcos de las puertas a 205, las mesas a 70 y las sillas a 40.
Lo demás son marcas, o sistemas, o llámalo y adórnalo como quieras.
Son perfectamente válidas, lícitas, muy interesantes. Yo mismo he aprendido muchísimo de cada una de ellas, y estoy agradecido. Pero no hago ni una cosa ni la otra. Gateo.
Para cualquier iniciado son una forma de entrar, de descubrir, de explorar. ¡Al menos salimos del press banca! Si te pica la curiosidad, apúntate a una clase o un seminario sin dudarlo. Pero no nos perdamos en más dogmas, más normas. Tengamos siempre presente la foto panorámica: UN SER HUMANO PUEDE GATEAR.
¿O debe gatear? Porque una buena dieta de movimiento –made in Katy Bowman– debería incluir una buena porción de gateos en nuestro plato. ¿No te los comes? Sufrirás malnutrición, especialmente en mano, muñeca, codo, hombro, columna, cadera, rodilla, tobillo, pie… ¡Todo el cuerpo!
Solo puedo acordarme otra vez del bueno de Hébert y su Método Natural, y pienso en cómo debió sentirse cuando sus marines, entrenados, recibieron un repaso por parte de los indígenas, que no entrenaban pero, entre otras cosas, sí gateaban y se arrastraban y lo que hiciera falta.
![]() Accede a los programas gratuitos de bienvenida y empieza a entrenar tu movilidad, tu fuerza y tu habilidad con cabeza. ¡Muévete! |