Por qué deberías grabarte cuando entrenas y te mueves

¿Grabarte durante tus entrenamientos y prácticas?

Un poco egocéntrico, narcisista, ¿verdad?

Puede ser. Lo sabrás si corres a subirlo a Instagram nada más grabas algo que te ha salido medianamente bien (o eso crees).

Si no, en realidad puede ser una muy buena herramienta.

Y no es algo que hacer siempre que te mueves, sino en algunas ocasiones. De lo contrario, provocarías el efecto contrario de lo que buscamos, algo que entenderás enseguida.

Hagas lo que hagas, más simplón o más sofisticado, más fitness o más cool movement, más mediocre o más high level, deberías grabarte básicamente por dos motivos.

Primero, porque lo más probable es que te estés moviendo diferente a cómo crees que te estás moviendo, especialmente cuando eres novato o cuando la actividad física no ha sido un gran qué en tu vida infantil y adolescente, contando con muchos números para que tu conciencia corporal no esté muy afinada (este era mi caso y grabarme me fue de grandísima ayuda cuando empecé a interesarme por cómo me estaba moviendo).

Y da igual si estás haciendo algo más simple, analítico, específico, como parte de tu entrenamiento o acondicionamiento físico, o algo más complejo, global, diverso, cualquiera que sea la actividad o disciplina en cuestión.

Grabarte te servirá para verte, observarte de manera un poco más objetiva, desde «fuera».

Por un lado, serás más consciente de la diferencia entre cómo percibes que te estás moviendo y cómo te mueves realmente. A menudo esa diferencia es abismal.

Y por otro lado, como consecuencia de lo anterior, si tenías una intención concreta en la forma de moverte y en realidad no te estabas ajustando a ella, podrás detectarlo y, por tanto, corregirlo.

Es más, si no lo haces, sobre todo cuando te estás exponiendo por primera vez a un tipo de movimiento o a una nueva forma de entender y trabajar en algo que ya practicabas, correrás el riesgo de que tu cuerpo se aferre más a su creencia, su percepción distorsionada de que se está moviendo de cierta manera y, cuanto más tiempo pase, más difícil será cambiarlo en el futuro.

Grábate.

En el gimnasio haciendo flexiones, planchas o dominadas. En clase de yoga, Pilates o salsa. Mientras corres, saltas, escalas, haces malabares o verticales.

Y fíjate en todo, ya sea en un sentido más técnico o más «artístico», orgánico.

Posiciones, tendencias posturales, trayectorias, coordinación. Fluidez y limpieza, seguridad, ritmo, precisión, armonía.

Insisto. No te extrañes si te llevas alguna sorpresa.

Y tampoco te frustres.

Observa, extrae conclusiones, aprende, conócete mejor en movimiento y, si es necesario, corrige.

Y el segundo motivo por el que vale la pena grabarte es porque, con el tiempo, recopilar tus vídeos te será útil para crear un histórico de progresión, para ver cambios.

A menudo puede parecerte que no estás progresando en absoluto, sobre todo cuando eres muy exigente contigo mismo, y más cuando estás intentando desarrollar algo que PARA TI es complicado (recalco, ya sea más sencillo o más chachipiruli para el resto del público). Cuando esto ocurre con frecuencia es muy fácil que tu motivación se vaya al traste.

Personalmente me ha pasado decenas de veces los últimos años. Si me veo enredado en este bucle negativo miro vídeos de hace un tiempo y los comparo con los de ahora. ¡Madre mía! ¡¡Menudo patata era entonces!! No estamos tan mal.

Grabarte te ayudará a ver que, aunque sea mínimo, si has sido constante y has hecho las cosas a conciencia, ha habido progreso, seguro.

¡Celébralo!

Y si no, lo más probable es que no hayas utilizado tus grabaciones adecuadamente para la primera aplicación, como diagnóstico de «tu cruda realidad», para detectar qué no estaba yendo del todo bien y reconducirlo.

En cualquiera de los casos, y más en este último, como te decía antes, tampoco es cuestión de que te obsesiones con grabarlo absolutamente todo.

La utilidad de esta herramienta radica fundamentalmente en la comparación entre dos momentos de aprendizaje, de desarrollo corporal.

Y el cuerpo necesita tiempo.

Los asuntos corporales raramente cambian de un día para otro.

Rober Sánchez – M de MovimientoSoy Rober Sánchez, director del Laboratorio de Movimiento, nuestra plataforma de entrenamiento online. Desde 2003 enseño a las personas a entrenar para construir cuerpos móviles, fuertes y hábiles, y poder moverse de verdad.

Accede a los programas gratuitos de bienvenida y empieza a entrenar tu movilidad, tu fuerza y tu habilidad con cabeza. ¡Muévete!