Cómo ganar flexibilidad sin entrenar la flexibilidad. Mejora tu movilidad

Habitualmente, las cosas van más o menos así.

Cada vez notas tus músculos más tirantes y tus articulaciones más rígidas.

A menudo te duelen las cervicales o las lumbares. Tienes la espalda dura como una piedra.

Cuando te ves obligado a hacer un gesto que implica forzar un poco tu postura en algún sentido, ya sea algo cotidiano o un ejercicio cualquiera, tu cuerpo está demasiado tenso como para moverse con comodidad. Puedes hacerlo, sí, pero te sientes como forzado, poco natural o fluido, o directamente te cuesta una barbaridad.

No es de extrañar. Da igual si eres una persona sedentaria, haces algo de deporte o vas al gimnasio un par de días a la semana. Estás «entrenando» cada día para desarrollar un cuerpo más tieso que un tronco, o no moviéndote en absoluto o repitiendo hasta la extenuación ejercicios y gestos pobres en amplitud. Te lo has ganado a pulso.

Llegas a la conclusión de que tu gran carencia física, lo que te limita a moverte con facilidad y confort, libre de tensiones o incluso dolor, es tu falta de flexibilidad —y no vas mal encaminado, en parte.

¿Cuál es la solución?

Está claro: ganar flexibilidad.

¿Y cómo se gana flexibilidad?

Está más claro todavía: entrenando a tus músculos para que sean más flexibles o, lo que es lo mismo, haciendo estiramientos.

Bueno, no es que sea una estrategia que no pueda dar sus frutos.

Pero tiene dos problemas:

· Vas a tener que contar con una voluntad y disciplina de hierro, porque si quieres ganar flexibilidad a base de los «estiramientos de toda la vida» tendrás que dedicar horas y horas a la semana a hacer esos estiramientos, algo que es bastante aburrido, por cierto. No sé si tienes tanto tiempo libre —ni tanta paciencia.

· Hay una forma de ganar flexibilidad más eficiente, factible, rentable sin tener que invertir tanto tiempo, algo más entretenida y probablemente mucho más saludable y útil para la función primordial de tu cuerpo: moverse.


Recomendación: vamos a referirnos a algunos movimientos básicos de la movilidad articular.

Si no dominas estos fundamentos, lo que puedes aprender en este artículo se quedará a medias, no lo aprovecharás al máximo.

Completa el training gratuito JOINTS. No es nada complicado ni demasiado técnico. Al contrario, es muy didáctico y sencillo, el EGB de la movilidad articular.

Y en cuanto lo termines sabrás moverte mucho mejor.


MEJORA TU MOVILIDAD


La confusión sigue ahí.

También el debate.

Una entrada de un blog tiene sus limitaciones, y más cuando no pretende divulgar con el vocabulario de la academia (y aviso que algo de terminología chunga se va a escapar por narices; por eso te recomendaba completar el training gratuito JOINTS).

Pero vamos a intentar arrojar un poco de luz.

Tal vez no te hace falta ser más flexible, sino más móvil.

Y sí, son cosas distintas.

Así que lo primero que haremos será comprender esta diferencia y los principios de la movilidad articular.

Si la mejoras, la flexibilidad será una ganancia gratuita.


SER MÓVIL NO ES SER FLEXIBLE


No.

La flexibilidad, que tus articulaciones puedan alcanzar o colocarse (o ser colocadas con la ayuda de algo o alguien) en una posición concreta caracterizada por implicar un ángulo de posicionamiento extremo sin necesidad de que tú tengas que aplicar o invertir ningún esfuerzo, no significa que tú puedas moverte alrededor de esa posición, en torno a ese ángulo articular, o al menos resistirla activamente.

Para eso necesitas movilidad, es decir, tener la habilidad de moverte (o, como mínimo, resistirte activamente sin que tu cuerpo se haga pedazos).

Active passive
Jean-Claude es móvil. De ella solo sabemos que es flexible

LOS 4 ATRIBUTOS DE LA MOVILIDAD


Afinemos un poco más.

Ser móvil en una posición (estática) o un patrón (dinámico) determinado requiere de la implicación de estos cuatro atributos:

1. CONCIENCIA

Dicho de otro modo, darte cuenta de.

Tú y tu cuerpo necesitáis saber a cada instante qué está pasando en todo lo que se refiere a una posición o un movimiento que expresen movilidad.

Esto, por muy obvio que parezca, es algo que se suele subestimar y vale la pena desarrollar a conciencia, valga la redundancia.

· Primero y en general, como es evidente, porque si lo que quieres hacer es moverte, va a ser indispensable contar con información fiel y precisa sobre la posición en la que estás y qué trayectoria estás dibujando, y así, por ejemplo, ajustar cuánta tensión imprimir o cómo redistribuir el peso de tu cuerpo (dependiendo de lo que pretendas hacer).

· Y segundo e individualmente, como no es tan evidente (pero debería), porque aunque siga unos principios (humanos) comunes, tu cuerpo es único y más que probablemente distinto a las referencias que tengas (dibujos de un libro, fotos de una revista, tutorial de Youtube o incluso tu entrenador o profe «en directo»), sobre todo en lo que se refiere a «lo estructural», como la forma de tus huesos y articulaciones, tus proporciones corporales, etc., por no hablar de tu propia biografía comparada con los antecedentes y el proceso que tuvo que experimentar tu referencia.

Con todo, expresar, practicar, entrenar, y también ganar movilidad requiere de (auto)conocimiento.

No vale copiar.

No vale repetir.

No vale obedecer órdenes con música cool de fondo.

Solo vale ser consciente.

Siempre.

2. CONTROL

Ahora que ya te das cuenta, puedes controlar la situación.

Y controlar la situación, a nivel práctico, significa básicamente dos cosas:

· Estás activo. No relajado. Tú mandas. No manda la gravedad. Y mucho menos una «mano amiga» que, sin control, puede convertirse en tu peor enemigo. Mandas tú.

· Puedes tomar decisiones. Elegir qué hacer. Parar. Seguir. Volver. Cambiar. Hacer lo que quieras.

Eso es controlar.

Si no controlas, no es movilidad.

3. FUERZA

Ser móvil implica poder imprimir fuerza en la posición que mantengas o durante el movimiento que realices.

—¿Pero controlar, estar activo, no implica ya el componente de fuerza?

Sí y no.

Sí, desde un punto de vista riguroso, claro.

No, desde un punto de vista práctico.

No vamos a definir la fuerza ahora. Más que nada porque creo, reconozco que no sabría. Ni yo ni el 99.99% de personas. Habla con alguien que se haya doctorado en Física —y ya veremos si te lo puede explicar de una manera que tú entiendas, que lo dudo.

Para ti y para mí, fuerza es fuerza, ser fuerte es ser fuerte, coloquialmente. Los dos sabemos lo que es la fuerza.

El motivo de este atributo es enfático.

La movilidad implica control, sí.

Y también fuerza.

Últimamente se han puesto de moda metodologías de movilidad en descarga, cosa que me parece estupendo y útil… en un momento, lugar y contexto muy concretos. Aquí no nos va el blanco o negro, o conmigo o contra mí. Yo utilizo, recomiendo y enseño este tipo de ejercicios.

Te darán control.

Pero no fuerza.

Porque cuando te mueves, cuando te mueves de verdad, digo, en la mayoría de escenarios vas a tener que soportar resistencias e inercias mucho mayores de las que puedas generar tú solo, en descarga, y además implicando otros actores distintos a tus neuronas, músculos y tendones, como son ligamentos, cartílagos y huesos, que necesitan de un componente primordial para estimular su adaptación, al mismo tiempo que tarde o temprano van a tener que enfrentarse a él (si no te has preparado antes para ello, vas a sufrir las consecuencias).

¿De qué estoy hablando?

De carga.

Si vas a moverte tú solo, tu cuerpo pesa.

Y si vas a mover un objeto externo, ese objeto pesa.

Ese peso, sea el que sea, lo vas a tener que mover (es lo mismo dicho al revés).

Y para moverte o moverlo necesitas fuerza.

La movilidad implica fuerza.

4. RANGO EXTREMO

El más obvio de todos.

Pero necesario en la ecuación.

De hecho, de lo contrario, si nos quedáramos solamente con los tres atributos anteriores estaríamos hablando de lo que consideramos «ejercicios de fuerza» al uso.

Bueno, la verdad, para mucha gente un ejercicio de fuerza al uso bien hecho, implicando ese «bien hecho» que se está ejecutando en su máximo recorrido, ya puede representar un ejercicio de movilidad.

Por eso, la gran mayoría de las personas, por ejemplo, no pueden hacer dominadas desde la suspensión completa, porque son débiles en uno de los extremos del recorrido (el más bajo). Para ellos la dominada podría considerarse un ejercicio de movilidad.


Pista: una de las lecciones más importantes del training gratuito Calistenia Básica está dedicada a la ejecución en máximo recorrido. Es la número 11.


En fin, una expresión de movilidad consiste en moverse (o sostenerse) conscientemente, con control y aplicando fuerza, en un patrón (o una posición) para el que en un momento dado se alcanza un extremo del rango de movimiento de una o varias articulaciones, dependiendo de lo analítico o global que sea, y, por lo tanto, para el que los músculos que participan en la acción se presentan o bien extremadamente acortados o bien extremadamente estirados.

Resumiendo: no te confundas, la movilidad no es una cuestión solamente de rango (flexibilidad), sino de rango más conciencia más control más fuerza.


GANA FLEXIBILIDAD GRATIS


Entonces, de lo que se trata es de comprender un par de cosas.

Para una persona que no es flexible «por naturaleza» (o debido a su estilo de vida), el juego de la flexibilidad y la movilidad es una cuestión de confianza. El cuerpo (un académico te diría que el sistema nervioso) necesita garantías de que el rango articular por el que te quieres mover o la posición que pretendes alcanzar es segura. No quiere sufrir ningún daño.

¿Qué hace si sospecha que corres algún peligro? Tensa tu musculatura y te protege restringiendo tu rango de movimiento a base de tensión, primero, y dolor, si fuerzas más.

¿Puedes educar a tu cuerpo para que confíe más en su capacidad de alcanzar ciertos rangos a base de estiramientos pasivos y que tus músculos sean más flexibles? Sí, por supuesto. Pero vas a tener que exponerte muy a menudo, a diario, por no hablar de los riesgos que corres al estar engañándole, por así decirlo.

Mejorar tu movilidad es más rentable, fácil… y seguro.

Primero porque, como hemos visto, la movilidad implica ser capaz y hábil para moverte en los extremos de los rangos articulares con fuerza y control. Si tu cuerpo percibe que eres fuerte y controlas la situación en una posición o para un gesto determinado, ¿cómo no va a permitirte moverte o colocarte alrededor de esa posición? Bye bye tensiones e incomodidad. Bienvenida confianza y eficiencia. Y, cómo no, aquí tienes tu flexibilidad gratuita.

Por otro lado, ganar movilidad representa ganar fuerza, entrenar tu fuerza en los extremos del rango articular. ¿Entrenarías tu fuerza de sentadilla o de press de banca cada día? No, ¿verdad? El entrenamiento de la movilidad tampoco requiere de trabajo diario. Puedes ganar movilidad (y flexibilidad de gratis) entrenándola un par de veces a la semana.

Y finalmente, lo más importante, por aquello de enfatizar el mensaje…

¿Estás seguro de que quieres un cuerpo más flexible?

¿Quieres entrenar a tu cuerpo para que alcance rangos o posiciones en las que no tiene control, no puede imprimir fuerza?

¿Para qué quieres ser flexible y alcanzar esas posiciones si en realidad no vas a poder moverte alrededor de ellas y, de intentarlo, vas a correr más riesgos?

¿Para qué vas a desarrollar un rango de movimiento que no vas a poder usar, inútil, a base de enseñarle a tus músculos a relajarse, cuando además la función principal de estos (y del cuerpo en sí mismo) es moverse?

En definitiva y en resumen, ¿por qué y para qué vas a perder tiempo, energía y seguridad cuando puedes ganar flexibilidad sin entrenarla, centrándote en mejorar tu movilidad?


Ahora que ya sabes cómo ganar flexibilidad sin entrenarla y conoces los principios conceptuales de la movilidad articular, la semana que viene completaremos esta entrada con su segunda parte, más práctica, y te explicaré cómo ganar movilidad con un caso de estudio concreto: «isquios» y cadera.

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Rober Sánchez – M de MovimientoSoy Rober Sánchez, director del Laboratorio de Movimiento, nuestra plataforma de entrenamiento online. Desde 2003 enseño a las personas a entrenar para construir cuerpos móviles, fuertes y hábiles, y poder moverse de verdad.

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