Esta es una de esas historias que te cambian la vida para siempre.
Como va sobre movimiento, puede hacerte ganar más fuerza, movilidad y otras capacidades y habilidades de lo más diversas, incluso que desconoces.
Y lo mejor de todo es que, aunque vayamos a contar con la ayuda de algunas superestrellas (entre ellas un servidor), TÚ ERES EL PROTAGONISTA.
Mira.
Imagínate durante unas líneas que soy como Pai Mei, un maestro arrogante, déspota, prepotente porque, a ver…, si vamos a hablar de movimiento, está claro que sé mucho más que tú, ¿verdad?
—Sí, maestro, ¡sí!
Eso es. Veo que nos vamos entendiendo.
Y al referirme a Robocop ya no quiero que pienses solo en términos de movilidad, como suele hacer la parte de la mente más analítica y maquinista, la de las libretitas y los numeritos, la más fit.
Estoy hablándote de movimiento.
Porque incluso una persona móvil y flexible a nivel articular puede estar moviéndose como un androide, especialmente si toda su actividad física la practica dentro de un lugar que empieza por gim y termina por nasio.
Por si Robocop te queda muy lejos, que aquí uno ya tiene sus años, te incrusto a C-3PO, que aunque sea más viejo que Robocop te sonará más.
Moverse así no es moverse.
¿O quieres moverte así?
¿En serio?
Una bonita y sobre todo efectiva forma de saber si sabes moverte es completando la siguiente batería de 12 tests (con un curso enmascarado) para valorar tu fuerza, movilidad y control motor. Ponte a prueba y descubre tus puntos débiles con este TEST en un pispás y sin gastarte un duro.
PRIMERO MUÉVETE Y PRACTICA… MUCHO
Evolutivamente, el movimiento precede a la palabra.
En tu propia vida también lo hizo, pequeño saltamontes.
Primero la práctica.
Entonces, ahora, en esto de movernos, ¿por qué íbamos a empezar al revés?
Sería como esa manía que tenemos en Españistán de aprender a escribir en inglés antes de hablarlo. Luego… pues ya sabes del nivelón de por aquí.
Y sí, ya sé, tu entrenador personal certificado nivel 45 en el Biomechanics Institute de Ohio te habrá metido el miedo en el cuerpo con lo importantes que son el control del core y la secuencia «correcta» de activación.
De verdad, no sé cómo la raza humana ha sobrevivido tantos miles de años ignorando todas estas historias, por no hablar del resto de seres vivos.
¿Cómo narices ha osado mi hija a aprender a caminar sin un personal trainer? Está loquísima.
¡Bobadas!
Primero lo primero: MOVERTE.
Visualiza la siguiente clase de movimiento, muy breve.
Te invitaré a moverte con una intención primaria: hacerlo circularmente.
Presta atención a los detalles.
No le des muchas vueltas a la cabeza.
Mejor dáselas al cuerpo.
Otra forma de enfocarlo es inútil y absurda.
Tírate al suelo y practica.
Ahora.
(Ya hablaremos después de la circularidad, si es oportuno.
Prometo calmarme y ser más amable, como de costumbre.
Es que nos estamos equivocando tanto… Un servidor incluido.
¡Ah! Si no puedes colocarte en diferentes sentadillas y no sabes hacer la rueda deslizante, tal vez no puedas seguir la clase. Primero construye unas buenas bases:
· Recupera tu Movilidad Natural.
· Aprende a hacer la rueda deslizante.
Si ya cumples los requisitos, te prometo que aunque de primeras pueda parecerte difícil, lo que vamos a ver hoy puedes hacerlo perfectamente —si te lo curras.
¡Ei! ¡¡Tienes que ver la clase hasta el final para un último ejercicio que multiplicará los beneficios de tu práctica!!
Practica y date tiempo para desarrollarlo.
Te espero tomándome un té matcha y tocando el erhu.
Muévete mucho.).
DESPUÉS, SI QUIERES, PIENSA… SOLO UN POQUITO
Después de practicar y practicar y practicar, a veces viene bien reflexionar acerca de lo que acaba de pasar.
(Fíjate bien que no digo pensar antes de moverte o pensar sin moverte. Insisto: eso no sirve. Si no has practicado, no vas a sacarle provecho a todo lo que puedes leer a partir de ahora).
En este sentido no voy a hablarte de la circularidad desde un punto de vista técnico, sino conceptual.
Sabemos de sobra que el sedentarismo nos está machacando y el mejor truco que hemos sacado de la chistera es el ejercicio.
No es una mala idea pero, visto lo visto, en términos de movimiento, de cómo suceden realmente las cosas cuando algo se mueve, especialmente un ser vivo, tiene muchísimas carencias.
El ejercicio que solemos practicar generalmente es demasiado reduccionista, simplón, pobre y limitado, consistente en repetir y repetir ejercicios específicos (por muy globales y «funcionales» que sean) que se caracterizan principalmente por un aspecto: la linealidad.
¿Es «mala» la linealidad?
No, por supuesto. El movimiento puede ser lineal y que lo sea, en algunas ocasiones, es mucho más efectivo y eficiente, debido a la determinación y dirección del propio gesto.
El problema no es la linealidad per se, sino solamente moverse de forma lineal.
Principio de especificidad a la vista: tu cuerpo se adapta haciendo mejor lo que practica —y, en consecuencia, haciendo peor lo que no practica.
Y como el movimiento está formado por cantidad de atributos, cuando la balanza se desequilibra terminamos por movernos «mal», por así decirlo.
Aunque las comparaciones son odiosas, me gustaría que visualizaras a dos personajes:
· Un culturista caminando de frente hacia ti.
· Un bailarín de danza contemporánea caminando de frente hacia ti.
(No tengo nada en contra de la persona que hay detrás del culturista. Simplemente lo pongo como ejemplo por ser una de las disciplinas más lineales que se practican, el extremo del popularísimo fitness).
¿Quién se mueve mejor?
Vamos… No hacen falta estudios científicos ni ser demasiado rigurosos en los aspectos que delimitarían ese «mejor». Todo el mundo lo sabe. ¿Te vas a poner tiquismiquis?
Y, entre otras cosas, el bailarín sabe de verdad de la buena y mejor que nadie qué representa experimentar, desarrollar y expresar la circularidad.
Al contrario del movimiento robótico (directo, brusco, escueto, lineal), la circularidad le da mucha más amplitud, fluidez, soltura, armonía, elegancia al movimiento.
¿Y eso quiere decir que un gesto lineal no puede ser amplio, fluido, suelto, armónico, elegante? Por supuesto que no, otra vez.
Solo estamos hablando de posibilidades.
Y de no moverse como Robocop.
CÓMO DEJAR DE MOVERTE COMO UN ANDROIDE
Ya sabes cómo hacerlo.
No necesitas que te diga más.
Has salido de la linealidad.
Has explorado la circularidad.
En la práctica de hoy especialmente a nivel de piernas, pero podrías aplicar el concepto a cabeza, manos, pelvis, columna y el cuerpo entero. Solo era un experimento.
Ahora todo un universo de posibilidades se ha abierto ante ti.
Solo hace falta que no pierdas la inercia que ha generado TU propio movimiento.
Tal vez, por aquello de recomendarte algo y no dejar cojo mi estatus de sensei, te propongo un truco que suelo utilizar yo mismo, que todavía estoy aprendiendo todas estas historias y que creo que nunca terminaré de aprender…
Hazte un par de preguntas a diario y a menudo:
- ¿Hoy me he movido circularmente?
- En los movimientos que he hecho, ¿he incluido cierta circularidad?
Solo hay una respuesta útil.
Y no empieza por pen y termina por sando.
Ya sabes qué hacer.
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