Hace unos días me escribía un antiguo alumno de Movilidad Natural.
<<Me pongo en contacto contigo para, si me lo permites, hacerte una consulta.
Dentro de los gadgets (pocos) con los que me quiero hacer para iniciarme en calistenia y divertirme con mis hijos, es una espaldera. Siempre me ha llamado la atención y te la veo a ti, pero…
Mi duda: merece la pena la inversión?. La verdad es que no sabría cómo usarla, ni ejercicios, etc….pero como quería poner algo para colgarme, había pensado que puede ser una herramienta que me permita eso y más cosas
No sé, ando perdido…>>
Mi respuesta:
<<A ver… A bote pronto mi respuesta a tu pregunta es fácil: cómpratela.
Desde mi punto de vista, cuantos más cacharros que tengas en casa que te inviten a moverte y menos que entorpezcan el movimiento, mejor.
Si además parte de esos cacharros te sirven para colgarte, como una espaldera, mejor todavía, porque es una gran necesidad, dadas nuestras circunstancias me atrevería decirte que LA gran necesidad. Y nuestro entorno tiene una gran carencia en este sentido (tenemos muuuuy poquitos sitios de donde colgarnos).
Claro, siempre está la parte difícil de las respuestas a estas preguntas, los matices. Lo de las inversión lo dejamos para el final.
Por un lado, aprovechando lo de los peques y relacionado con lo de no saber qué hacer, aunque suene un poco romántico, te diría que si instalas una espaldera, ellos ya te dirán cómo usarla.
Solo con colocar un elemento nuevo y tan versátil, su intuición e instinto de movimiento generará tal grado de inventiva que no tendrás que preocuparte por eso. La treparán de diferentes maneras, la utilizarán de apoyo, harán el pino, colgarán cosas, vete a saber… Y tú sencillamente puedes jugar a imitarles.
Claro, a los adultos estas cosas nos cuestan más y «necesitamos» algo como más pautado, estructurado.
Entonces es cuando aparece San Google y el ángel Youtube. Basta con teclear «ejercicios en espalderas» y aburrirte con miles de ideas. Y luego lanzarte a probar y explorar, experimentalmente, como siempre, como la única forma útil de aprendizaje, a través de la acción (no de la información).
Total, que combinando los dos abordajes creo que te daría para mucho.
Por otro lado, y ya hablando de inversiones, evidentemente una espaldera es como 10 veces más cara que una barra de estas que van a presión en un marco de una puerta. La barra puedes encontrarla por 20€. La espaldera, si es decente, mínimo 200.
La mía es la de Decathlon y eso es lo que me costó. Con el plus de que lleva una escuadra arriba que sobresale y me permite todavía hacer más cositas que las típicas espalderas «rectas», hasta colgar anillas y otros complementos.
Entonces, ¿merece la pena la inversión?
Bueno, eso es una cosa que solo puedes decidir tú.
Para mí, con un contexto que intuyo bastante parecido al tuyo (madurito con hijos, un montón de trabajo, a menudo sin tiempo para ir al gimnasio y que no pasa penurias económicas), la respuesta es que mucho, teniendo en cuenta todo lo que te he contado, especialmente por el tema peques…
Jo der, sin caer en hiperexigencias personales. Pero es que tenemos una gran responsabilidad, y nos imitan, y si ven que nos movemos y encima les diseñamos un entorno que les invita a ello, pues, bueno, para qué decir más… Y mucho más cuando el mundo cada vez más les va a presionar para que no lo hagan, para que no se muevan.
¿Te ha molado el chantaje emocional que acabo de hacerte? 😉
En fin, esta es mi mejor respuesta.
Espero que te sea útil.>>
Y a ti también, querido suscriptor.
Para ideas pero sobre todo para asentar el hábito de colgarte y suspenderte de diferentes maneras, y balancearte también, incluido consolidar una buena base para la calistenia…
…en Movilidad Natural lo trabajamos un montón.
Rober
PD: especialmente en las semanas 7 y 8, dedicadas a la movilidad y el control motor de los hombros y la espalda alta, y la fuerza de agarre. En el enlace.