Las normas crean adicción.
A los compradores de normas les gustan las normas, porque comprar y cumplir normas sin rechistar (y sin pensar) es fácil, al menos más que seguir unos principios y tener que tomar decisiones propias.
A los vendedores de normas les gustan las normas, porque vender que tú lo sabes todo y empaquetar tu sabiduría en normas es fácil, al menos más que promover ciertos principios y, por qué no, venderlos, para que la gente luego haga lo que quiera con ellos, es decir, que por narices tengan que tomar decisiones propias.
Las normas son comprables, vendibles y rentables.
Los principios no.
A veces me pasa una cosa muy muy muy rara.
Me pillan saltándome mis normas.
Lo de saltármelas no es raro. Lo hago a menudo.
Lo otro, lo de “mis” normas, sí.
Porque parece que esas normas me las había impuesto a mí mismo sin darme cuenta.
Eso es raro de cojones. No sé cómo, pero parece que sí, que me había impuesto normas. Mías. Sin enterarme.
Rober, tú tienes sillas en casa.
Rober, he visto que tu hija lleva zapatos.
Rober, el otro día te vi con tu mujer comiéndote una crepe de chocolate por la rambla.
Rober, he hackeado tu wearable y hoy solo has caminado 3500 pasos.
Esto podría preocuparme por sentirme observado, vigilado, incluso juzgado.
Pero me da absolutamente igual.
Tampoco me preocupa que alguien invierta su tiempo en hacerlo y luego decírmelo en plan “jojojojojo, te he pillado”, aunque es realmente preocupante, muy preocupante.
Lo que más me preocupa, pero solo un poquitín, es que haya quien se pase por mi blog, o lea mis correos, o me mire en mis vídeos, y espere que le venda normas.
O, peor todavía, espere que cumpla unas normas que yo jamás he dicho que sean normas.
Principios.
Solo principios.
Si quieres que sea coherente, eficaz, sostenible, funcional… que sean principios.
Y algo más importante que las normas y que los principios, el único deber o tener que,
la única norma que es la excepción que confirma la norma:
Que tú y solo tú, por narices, tengas que tomar tus propias decisiones en cada momento.
Pues eso.
Si quieres aprender a moverte más y mejor …
…siguiendo unos principios y tomando decisiones propias…
…te enseño cómo y te guío durante 12 semanas.
En Locomociones.
Rober
PD: sin normas. En el enlace.