Sería un buen titular para el clickbait periodístico de esas noticias que nunca deberías leer.
Acompañado del subtítulo:
“Un estudio de la Universidad de Harvard del Norte demuestra que la mejor postura para dormir es mirando a la izquierda si eres de Podemos, o a la derecha si eres de Vox, por aquello de alinearlo todo, y siempre siempre siempre con el viento a favor, para aprovechar su fuerza y estabilizar mejor tus cervicales”.
(Y tú ahí moviendo la cama cada noche para orientarla a favor del viento y fastidiando la noche a los vecinos…).
¿Cómo dormir para que tu columna no sufra?
Esta entrada es un claro ejemplo de la maravillosa lección de Taleb sobre los ingenieros en aerodinámica que enseñan a volar a los pájaros.
Casi tan buena como la de cómo es posible que pasaran 6000 años entre la invención de la rueda y las maletas con ruedecitas.
Entonces, si eres un experto en biomecánica postural del sueño, haz un favor al mundo y cambia de trabajo. Tanto talento…
Y si eres una persona de a pie que tiene a esos expertos como referencia, despídeles e invierte tu atención, tiempo o incluso dinero en algo más provechoso. Por ejemplo, en palomitas.
Pregunta de una alumna por Telegram:
<<Tengo una duda que no sé si puedes resolver. No tiene nada que ver con las rutinas de esta semana.
Mi duda es sobre la postura al dormir. A mí me encanta dormir boca abajo pero siempre se dice que es la peor posición. No sé si es mito o verdad. ¿Qué opinas al respecto?>>
Mi respuesta, con una regla heurística universal incluida:
<<Jaja. Duerme tranquila en la postura que te sea más cómoda.
En primer término piensa siempre desde un marco evolutivo, no de “conocimiento humano”, y mucho antes de tener en cuenta lo que diga cualquier experto de turno (inclúyeme si quieres).
Cientos de miles de años durmiendo como nos ha dado la gana y sin normas ni expertos.
Y aquí seguimos, dando caña.
Sobrevivirás.>>
Por no hablar de todos los vertebrados que han dormido plácidamente “a pesar de su ignorancia”, tan panchos, como angelitos, durante millones de años y trillones de noches, adoptando posturas infinitamente diversas.
No somos conscientes de la cantidad y la intensidad de miedo y daño que generan y transmiten un buen número de expertos y académicos nocébicos, desde los altares universitarios y de la (mala) ciencia.
¿Cómo habrá sido la vida sin ellos?
O mejor… ¿Cómo sería la vida sin ellos?
¿Mejor?
En fin, yo tengo un training en el que te explico y te enseño movimiento desde dos marcos, el evolutivo y el personal, para que lo comprendas, lo interiorices y lo desarrolles tú mismo.
Experimentalmente, a base de práctica.
Y lo asientes como fundamento de tu actividad física y movimiento diarios.
Y me despidas cuando terminemos, porque serás autónomo y autosuficiente.
Con confianza.
Sin miedo.
Y comas palomitas, en sentadilla, claro.
Aquí: Movilidad Natural.
Rober
PD: también te las podrías comer colgado, porque al final podrás hacerlo de una sola mano, naturalmente. En el enlace.