Nadie es inteligente

No paramos de decirlo.

Moverse mejor, entre otras cosas, es moverse con inteligencia.

Si te mueves mejor, desarrollas tu inteligencia corporal.

Al revés también queda bien. Si desarrollas tu inteligencia corporal, te mueves mejor.

Pero tenemos un problema más gordo que un dolor de muelas.

Nunca alcanzarás la inteligencia corporal.

Porque nadie es ni puede ser inteligente.

De entre todas las definiciones de inteligencia, me quedo con la del psicólogo Jordan B. Peterson.

Si no has leído sus 12 reglas para vivir, ya estás tardando.

“La inteligencia es la habilidad de aprender y transformarse”.

Aprender.

Y transformarse.

Lo de aprender parece que lo tenemos claro.

Aunque luego nuestras acciones hacen evidente que no tanto.

Mucha inspiración, poca transpiración.

A la práctica, en cualquier proceso de aprendizaje la protagonista es la paradoja de la repetición.

Necesitas repetir algo para aprenderlo.

Pero si lo único que haces es repetir, repetir, repetir y repetir…

¿Estás aprendiendo algo?

Moraleja 1: haciendo ejercicio repetitivamente casi nunca aprendes nada.

No es de lo más inteligente que digamos.

Luego está lo de transformarse.

Porque, bueno, en teoría lo de aprender sirve para eso.

Servir. Servir para algo. ¿Para qué sirve? Para algo.

¿Para qué?

Haces ejercicio, entrenas, te preparas… ¿Para qué?

Moraleja 2: si no hay transpiración, digo, transformación… ¿Para qué?

¿Es inteligente moverte sin un para qué?

Decía que nadie es inteligente.

Porque la inteligencia no es un estado, un hito, ni mucho menos un resultado.

Aprender y transformarse es una práctica.

Cuánto más aprendes y más te transformas, más inteligencia.

No como un hecho. Sino como un proceso.

La inteligencia corporal es una práctica y solo se nutre si se alimenta, si se nutre, si se estimula… ¿Si se practica?

Para eso y para aprender y para transformarte tienes que, sí, TIENES QUE exponerte con cierta frecuencia a estímulos nuevos, diversos y, a ser posible, cada vez más complejos.

Una forma como otras muchas:

Invertidas – El arte de moverte bocabajo

Rober

PD: de paso practicas la autonomía y el compromiso, que son tan valiosos como la inteligencia, si no más. En el enlace.