Hilary Swank y un truco de precisión

Hay un truquito a la hora de moverse que puede ayudarte a salir del atolladero cuando estás ahí estancado, tratando de aprender una habilidad que requiere de cierta precisión.

Puede servirte para un salto, un paso, un equilibrio, una invertida.

Y, como casi siempre, no se trata de hacer nada especial, sino de no hacer lo que solemos hacer.

Que es meter la pata hasta el fondo.

Hilary Swank nos lo demuestra en su último trabajo.

En Away, Swank interpreta a la comandante de la que se supone que será la primera misión tripulada a Marte con expectativas de pisar el planeta rojo.

No voy a hacerte spoiler.

Es una serie de naves espaciales que en realidad tiene poco que ver con naves espaciales.

Y te la recomiendo.

El caso es que, cómo no, como en la vida misma en movimiento, no hay misiones espaciales sin imprevistos.

¿Por qué narices nos cuesta tanto prever que siempre habrá imprevistos?

Y, claro, si vas en una nave espacial, pues en algún momento tendrás un imprevisto en el casco de la nave, fuera de la nave.

Y vas a tener que salir a repararlo.

Swank y su tripulación no se van a librar de la típica escena.

Siempre (nos) pasa lo mismo.

Total, que ella y un compañero salen a reparar el casco.

En un momento dado, la ley de los imprevistos se cumple incluso dentro del imprevisto.

O sea, cuando estás gestionando el imprevisto surge otro imprevisto.

Un imprevisto en el imprevisto.

Están reparando el casco de la nave y…

…mierda…

…uno de ellos tiene el imprevisto imprevisto.

Y se queda flotando en medio de la nada, listo para perderse en la deriva espacial por toda la eternidad.

Momento de tensión.

El rescate, si requiere de algo, es de precisión.

Porque, bueno, estos rescates siempre implican lo mismo.

En Gravity (Clooney) y Marte (Damon) también pasa.

Tú en el traje llevas unos propulsores que te ayudan a impulsarte por el espacio, sin gravedad.

Y necesitas ser muy preciso a la hora de usarlo.

Demasiada propulsión y puedes salir disparado, a tomar por viento, como decía mi abuela.

¿Qué hacen para rescatarse?

¿Forzar la situación, luchar, apretar a tope el propulsor?

Claro que no.

Psss… Psss psss… Psss psss psss…

Dar toquecitos suaves, amables, cortitos.

Para ir avanzando milímetro a milímetro, como un neurocirujano, con extrema precisión.

Psss… Psss psss… Psss psss psss…

Este es el truco.

Para aplicarlo al saltar, al locomocionarte, al equilibrarte… al moverte con precisión.

Y más todavía a la hora de invertirte y equilibrarte sobre las manos.

Aprieta, fuerza, lucha… y a tomar por…

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Invertidas – El arte de moverte bocabajo

Rober

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