Ventajas de ser autónomo

Ser autónomo tiene un montón de ventajas.

Una de ellas, la mejor, tiene que ver con algo que pasará mañana.

Te lo explicaré en su momento.

Yo soy autónomo desde 2007.

Antes había trabajado en algunos gimnasios.

También para particulares.

Incluso para una farmacéutica de las gordas, la primera en España que dedicó una planta de sus oficinas centrales a un gimnasio bien chulo para sus directivos, con sauna y todo.

En marzo de 2007 tomé la decisión.

El 13 de junio inauguraba con un par de socios mi propio centro de entrenamiento personal, en Barcelona.

Y, claro, me hice autónomo.

Ojo.

Ser autónomo tiene sus desventajas.

Eres tu propio jefe. Eso no es fácil. Mandarte a ti mismo.

Aunque parezca mentira, a veces puede ser más difícil darte órdenes a ti mismo que simplemente acatarlas.

Tomar decisiones continuamente, marcar el ritmo y saber cuándo apretar y cuándo frenar, gestionar problemas, fijarte un horario…

Luego, están esa serie de gastos fijos que tienes que pagar entre lo que entre, incluso aunque no entre.

Ahí, por supuesto, se incluyen las vacaciones, si las haces, cuando no entra nada de nada y tú tienes que seguir pagando.

Si además, por aquello de ser cool (como yo, ya sabes), te acabas montando un negocio digital, 100% online, asume que para el resto del mundo estás abierto 24 horas al día, 7 días a la semana, 365 días al año.

Y si encima, para rematarlo, eres tan arrogante de hacértelo todo tú solo (como yo, ya sabes), pues prepárate para currar el triple de lo que harías si fueras un poco más humilde y supieras delegar parte del trabajo.

Cuidado, que lo peor de todo no es eso.

Lo más chungo es cuando cualquier día, como me ha pasado a mí hoy, te dejas la agenda abierta encima del escritorio y, al cogerla, te das cuenta de que tu hija de dos años ha estado jugando con todos tus bolígrafos de colorines y se ha dedicado a hacer garabatos por tooooodas las páginas.

Suerte que, al menos a mí, esto me ha pillado la última semana de “curro público” y prácticamente no había citas pendientes.

Con todo eso, fíjate tú, después de 14 años, no lo cambio.

Esto es una opinión como otra cualquiera, por supuesto.

Y mucho menos un juicio moral o algo así.

Yo, si puedo, y haré todo lo que esté en mi mano, no vuelvo a ser asalariado de nadie.

Ventajas y desventajas, pros y contras hay los mismos siendo autónomo que trabajando para otro.

Pero es que ser autónomo te da un no sé qué, la emoción de la incertidumbre quizás, una chispita diaria, o incluso cierta sensación de libertad, más allá de las ventajas y desventajas, que lo otro… pues como que no.

Es como lo de moverse.

Que puedes estar ahí esperando órdenes de un monitor, un entrenador o una app, o una revista en el peor de los casos.

Dependiendo de los horarios, las instalaciones o el material.

Y rezando para que el año que viene no haya un covid-20 y te lo cierren todo otra vez unos cuantos meses.

Con lo guay que es ser autónomo y valerte por ti mismo y tomar tus decisiones y sentir esa chispita de libertad.

Con tu cuerpo como material principal, en cualquier momento y lugar.

Una manera entre muchas otras:

Invertidas – El arte de moverte bocabajo

Rober

PD: pronto te contaré la gran ventaja de ser autónomo.

PD2: tiene sus pros y sus contras, claro. Pero esa sensación de libertad y autonomía… En el enlace.