La puerta del aburrimiento, el sopor y la desmotivación. Y cómo cerrarla

Este post contiene una de las lecciones de vida más valiosas no solo para moverte más y mejor.

También para tener una buena vida y ahorrarte un montón de cabezazos contra la misma pared, pumpum, pumpum, una y otra vez.

Nunca voy de farol con estas cosas.

Matrix. Primera parte:

Neo está esperando debajo de un puente.

¿Llueve? No. Está diluviando.

Un coche se detiene a su lado.

Trinity había quedado en recogerle allí.

Se abre la puerta.

Dentro está ella.

Él sube.

Se cierra la puerta.

Interruptor le apunta con una Glock y le pide que se quite la camiseta.

-¿Qué? -contesta Neo extrañado.

No entiende nada.

El coche se detiene en seco.

-Mira, chaval. No tenemos tiempo para tonterías. Ahora mismo solo hay una norma: o a nuestra manera o puerta.

Neo duda, pero se decide.

Abre la puerta.

Trinity le sujeta del brazo, con cariño, respetuosa, muy a su estilo, y le dice:

-Por favor, Neo, tienes que confiar en mí.

-¿Por qué?

-Porque ya has estado allí, Neo. Mira ese camino. Sabes perfectamente dónde termina. Y sé que no es donde tú quieres estar.

Momento de tensión.

Hay cientos de estos, en el cine. Y en tu vida.

Y van pasando.

Dejaremos de hablar de esto por un tiempo.

Si te interesa aprender una manera de moverte diferente, diversa, orientada hacia la complejidad y extremadamente estimulante,

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Rober

PD: Neo cierra la puerta. Se miran. Ha llegado el momento. El coche arranca. En el enlace.