Bueno.
Esto se acaba.
Hoy dejo de hablar de ello y mañana no hablaré de ello.
Así que esta es la última vez.
Y luego se acabó.
La pregunta más repetida estos días:
Mira, Rober.
Llevo unos días pensando en inscribirme en tu curso de fuerza de brazos.
Puedo colgarme más de 30 segundos y aguantar una plancha más de un minuto.
O sea, cumplo con los mínimos que pides.
Pero es que nunca he tenido fuerza en los brazos, me cuesta un montón y no sé si le sacaría provecho.
¿Crees que es para mí?
Vale.
Vamos a darle la vuelta.
Pongamos que ya te sientes fuerte de brazos.
Y pongamos que tienes suficiente fuerza como para hacer flexiones, remos, fondos y dominadas con solvencia y decentes.
(Ojo, no los churros que se ven por ahí entre impulsos, gomas y otras fantasías).
¿Qué sentido tendría inscribirse en el curso con tal capacidad y habilidad?
Absolutamente ninguna.
Vamos a darle la vuelta a esa vuelta.
¿Crees que es para mí?
Es para ti.
Es justo para ti.
Tú, persona normal, que no tienes fuerza y te cuesta un montón y quieres dejar de sentir debilidad y flojera en este sentido, y ganar fuerza.
Dedicando como mucho 35-40 minutos dos veces a la semana.
Y mantenerla de por vida invirtiendo 35 minutos a la semana, o incluso menos.
Último día hasta dentro de un tiempo.
Aquí:
Calistenia Minimalista – AntiPrograma de Fuerza de Brazos
Rober
PD: te inscribes hoy y lo empiezas cuando quieras y lo acabas cuando quieras porque es un curso que desarrollas a tu propio ritmo, con mi soporte directo para siempre. En el enlace.