Caso: runner empedernido modo alcayata

Vamos a utilizar el caso de un runner empedernido.

Pero no te quedes con lo de runner.

Podría ser ciclista, nadador, crossfitero, aficionado al pádel o jugador de petanca.

Quédate con lo de empedernido.

Es decir, con alguien que practica una disciplina física o deporte como hobby.

Y además le chifla, le encanta.

Lo que practica es “su cosa”.

Con un matiz: es solo su cosa.

No practica nada más.

Y con otro matiz: por el motivo que sea, ahí no vamos a entrar, su cuerpo es como un tronco, una piedra, una alcayata.

Este es específicamente el caso.

Meli, mi mujer, me contaba ayer que había tenido una reunión con una madre.

Su hijo, alumno de su tutoría, se ve que es un mega crack dibujando.

O sea, hasta tal punto de que Meli me decía algo que me dice excepcionalmente:

«Este es el típico chico que solo necesita aprobar, nada más, para pasar por el aro, para superar el filtro. Porque va a dibujar. Va a dibujar».

Total que la madre estaba preocupada porque el chico se muere de ganas de apuntarse a un taller de dibujo que es semanal.

Según la mujer con el añadido literal de que «el dibujo lo es todo para él, su manera de expresarse y de vivir, y su vía de escape también».

El taller sería para todo el curso, hasta verano, los sábados de 9 a 14, toda la mañana.

Pero claro, el chaval se ve que es responsable.

Anda justo en algunas asignaturas.

Y está dispuesto a renunciar a su taller de dibujo con tal de dedicar más tiempo a los “deberes” del cole y estudiar para sacar mejores notas.

Meli coge a la madre y le dice (más amablemente de lo que voy a escribir, que ella habla de otra manera):

Mira.

Que se apunte al curso.

Que se apunte y no deje de dibujar.

Todo lo demás, mientras lo saque para adelante, aunque sea justito, es suficiente.

Pero que no deje “su cosa”.

A menudo me encuentro con casos runner/ciclista/nadador/etc. empedernido modo alcayata que piensan que:

1 Para mejorar su movilidad, deben dejar de hacer lo que hacen.

2 Sentirse suelto y disfrutar de un cuerpo antirígido, disponible, libre requiere de mucho tiempo y tener que dejar de hacer lo que hacen –para sustituirlo por “estiramientos”.

Están equivocados.

No hay que dejar de hacer nada –completamente.

Aunque algo requiere, está claro.

Pero lo necesario, lo justito, lo suficiente para aprobar.

Y hacerlo tan propio, natural, integrado en lo cotidiano, que a la larga no te quita ni un minuto de “tu cosa”.

Aquí: Movilidad Natural.

Rober

PD: la dedicación es prioritaria para aprender bien los fundamentos. Luego, de por vida, se integra en el día a día y ni te enteras. Bueno, sí te enteras, sí. Pero no del tiempo que necesitas. De lo bien que te encuentras. Arriba.