Cómo conseguí progresar tan rápido siguiendo el Método de Ido Portal

Como debes saber, y si no te lo resumo ahora, durante unos cuatro años seguí el Método de Ido Portal, el gurú de los gurús de la movement culture.

Por aquellos tiempos posteaba mucho más a menudo en redes sociales, y la gente flipaba.

¿De qué?

De lo rápido que progresaba en mis cualidades y habilidades.

¿Cuál era el misterio?

¿Qué estaba haciendo para avanzar tan de prisa?

¿Acaso había alguna fórmula, un as bajo la manga en forma de protocolo secreto que multiplicaba los resultados de mi práctica?

Nada de eso.

Tiempo.

Era solo una cuestión de tiempo.

Mis sesiones matinales duraban unas tres horas y media, seis días a la semana.

Y tres o cuatro días doblaba sesión por la tarde.

Eso era todo.

Luego, con el tiempo, con tanto tiempo, pasaron dos cosas:

1. Mi cuerpo empezó a notarlo… PARA MAL.

Llevaba una vida de una mezcla de entre gimnasta, bailarín, acróbata, artista marcial de la élite, profesional…

¡Sin serlo!

Por no hablar de que tenía cero background en ello.

Meterse en estas historias de adulto no tiene nada que ver con hacerlo desde niño.

La idea de base, hacer un poco de todo, era buena.

Pero por muchos progresos y trucos chachipirulis, acabé destrozado físicamente y, peor aún, desmoralizado mentalmente.

2. Puede que durante un periodo de tu vida puedas y quieras dedicar tanto tiempo a algo. Y está bien.

Pero si eres una persona normal, con tu trabajo (yo ya era autónomo y estaba a cargo de mi propia empresa, un centro de entrenamiento personal), tu familia, tus responsabilidades, aficiones y preocupaciones…

…aquello es intolerable e insostenible.

Y me bajé del burro.

Y dejé de progresar tan rápido.

Y no pasa nada (hice las paces conmigo mismo y “palante”).

Verás.

En el enfoque y el planteamiento práctico de mi mentoría, esto es importante.

Si quieres moverte, como si quieres tocar la guitarra o cocinar, vas a tener que dedicarle tiempo.

Obvio.

Pero…

¿Cuánto tiempo?

· Media hora a la semana para ver los tutoriales, probar alguna cosita y plantear tu práctica sobre el papel.

· Dos sesiones de entre una hora y una hora y media cada una, semanalmente.

(Si practicas más, pues progresas más, claro. Hablo de mínimos).

De hecho, aunque suene contraintuitivo, plantearlo así, de manera tan precisa, paulatina, meticulosa, tal vez “ralentiza” tu progreso.

Puedo garantizarte, entonces, que NO progresarás tan rápido como lo hice yo.

Pero, al mismo tiempo, hacerlo así asegura tu progreso y lo hace constante y sostenible.

Por no hablar de las cosas que te ahorras (las que te explicaba más arriba), que lo que acaban provocando es que tengas que parar del todo.

Para apuntarte es aquí:

La Práctica: Exploración – Aprendizaje – Diversión

Rober

PD: para progresar chino chano, sin prisa pero sin pausa, con un par de sesiones a la semana, en el enlace.