Este es el segundo capítulo del proyecto Cómo moverte con un bebé (o una vida de alta demanda).
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PRIMER MOVIMIENTO
*Más de uno se va a llevar una sorpresa con lo que voy a explicar con esto de «caminar y correr». Sobre todo con la TÉCNICA y los OBJETIVOS que voy a desgranar.
Empiezo mintiendo, ¡cáspita!
Como expliqué en el primer capítulo, el primerísimo movimiento es ser consciente de ser consciente (sin misticismos ni esoterismos).
Corporalmente, materialmente quiero decir. En la tierra, no en el cielo.
Si no comprendes esto en tus carnes, no en tus pensamientos, no hay más movimiento que «hacer ejercicio», como mucho.
Así que, y a partir de esta premisa, para ser más precisos, hoy hablemos del primer movimiento visible, tangible.
Desde el relato de mi día a día parental con bebé de dos meses y una peque de cinco años, ahondemos un poquito en torno al cardio, la frecuencia, la técnica de carrera, los objetivos de esta práctica…
Cuando termino de darle el biberón a Max, generalmente con cambio de pañal y moquitos de por medio, me preparo para salir para mi primera práctica de movimiento, entre las 6 y las 7 (todo tan aproximado porque es él quien lleva el reloj de las cosas…).
Desde unos meses antes de que naciera, me había vuelto a acostumbrar (lo tenía abandonado, caminar y correr de esta manera), porque sobre todo lo de correr era algo que enfocaba de otra forma, un tanto errónea, creo (sí, yo, que «sé tanto de movimiento», también me equivoco).
¿Y qué hago ahora mismo?
Caminar y correr en modo «cardio crónico», sin estridencias ni protocolos con siglas en inglés.
Y empezar el día por aquí, y no por otro sitio.
¿Por qué?
Porque es el principio de todo.
«Fuerza» no.
«Movilidad» tampoco.
Eso son inventos (con cierta utilidad, como veremos más adelante).
**—Madre mía, Rober. ¿Dónde estás? ¿Qué te ha pasado? Se te ha ido la olla… ¡Vuelve, vuelve!
En fin… Lo primero es esto:
CAMINAR Y CORRER
Muchos por aquí conocerán ya la historia, así que no me alargaré. Si no es así y quieres más detalle, lee Camina, salta, baila.
Allá por 1895, un sabio de sabiduría impuesta por experiencia, y no a base de conocimiento académico, se topó con una dura realidad.
De hecho, su conocimiento académico quedó en entredicho y representó para él una carga de la que necesitaría librarse.
Sus «profesionales», soldados entrenados, quedaron en ridículo al comparar su desempeño físico con los nativos (que no tenían ni idea de «hacer ejercicio») de las zonas en las que tenían que intervenir.
Se llamaba Georges Hébert, oficial de la Marina Francesa, encargado de la preparación física de sus hombres, y, a raíz de aquellos eventos, ideador y fundador del Método Natural (aquí un resumen filosófico publicado en 2016), precursor de las pistas americanas, el entrenamiento militar moderno, las carreras de obstáculos y el parkour.
***Lo que suelo soltar de «No me enseñes tus músculos; enséñame qué sabes hacer con ellos», viene de cuando estudié el Método Natural.
Como parte principal de su conceptualización y metodología, clasificó y describió los movimientos naturales humanos en 10 familias.
¿Y cuáles eran las dos primeras?
Efectivamente, la marcha y la carrera.
Algo así como afirmar que si como ser humano no puedes caminar y echarte una carrerita… Uff… (Ojo a la sección de «objetivos» de más abajo).
Para mí, dadas las circunstancias y después de haber estudiado el Método Natural obsesivamente en su momento (alrededor de 2012), esto es suficiente motivo para considerar el arrancar el día de esta manera.
Aunque, obviamente, cualquier momento del día es un buen momento para practicar lo que ahora explicaré.
No «tienes que» salir a caminar y correr a las 6:30 como hago yo o el experto de turno, si no te encaja en tu mañana.
En cualquier caso, como lo de caminar 10.000 pasos (u 8.000, o 13.000, o 14.783) creo que todos por aquí lo tenemos muy por la mano, resobado, en esta especie de diario personal se me ocurre detenerme en lo de correr.
Porque hay tres puntos muy importantes, en mi opinión:
- La técnica
- Los objetivos
- La frecuencia
TÉCNICA
La técnica de carrera es algo FUNDAMENTAL para correr bien.
Más si lo haces a primera hora, medio dormido y sin calentar, toda una imprudencia.
Así que, como mínimo, asegúrate de que tu técnica de carrera sea correcta.
Contrata a un entrenador que te paute, algo muy necesario.
Cuerpo erguido para mantener una buena postura, cadencia continua, vigila no entrar de talón por aquello de la artrosis…
Vale, vale.
Paro ya. Todo coña fragilizadora.
Correr como corro por las mañanas es mucho más sencillo.
Fíjate detalladamente en mi técnica de este breve tutorial y simplemente cópiame, si quieres.
Eres competente para hacerlo.
Con esto será suficiente.
Y, si acaso, me preguntas en los comentarios.
OBJETIVOS
Del tutorial yo diría que podrías intuir mis objetivos. Ya no haré broma. Seré directo.
¿Calorías, mitocondrias, VO2max, frecuencia cardiaca en zona 2, kilómetros?
No, collons, no.
Demasiada disciplina, demasiado rendimiento, demasiada estética, demasiada salud.
En el Capítulo 1 ya vimos que las motivaciones guays tienen poco que ver con todo eso.
Partíamos del ser consciente y el movimiento por el movimiento.
Entonces, si tengo que narrarlo, porque en realidad yo mismo no le pongo ni palabras, pero para que nos entendamos tú y yo, salgo a caminar y a correr así (técnica) durante unos 20 o 25 minutos.
Pero como si fueran 5 o 10, da igual.
****De hecho, hay días que son solo 5 o 10 minutos. Un bebé me condiciona, leches. Y yo me adapto ¿O te pensabas que iba a compartir contigo una «fórmula» de lo mínimo que debes correr son 20-25 para quemar grasas y activar tus mitocondrias?
Así pues, alterno marcha y carrera por sensaciones según un límite (enseguida lo describo).
Lo hago por y para caminar y correr, sin más.
Si me tiras un poco de la lengua, como mucho para despertar la vitalidad de mi cuerpo y sentirme enérgico y vivo.
¿Me preguntas por el rendimiento? Me conformo con, a la larga, poder correr… yo qué sé… 200 o 300 metros sin sacar el hígado por la boca. «Objetivo» muy mediocre, lo sé. Ya hablaremos cuando yo pueda seguir haciéndolo a mis 80 y otros no (al tanto al momento en que hablemos de frecuencia).
Y disfrutar del aire libre y las calles tranquilas, algo que sí considero una necesidad.
¡Ahora! Ojo…
De manera consciente, dándole continuidad a la actitud no-meditativa que he instalado antes de salir.
Una práctica de movimiento es una práctica deliberada, no al tuntún.
Hay una intención interna que se alinea congruentemente con lo que ocurre en el exterior: mantenerme PRESENTE.
De ahí que los «objetivos» sean tan «simplones» (según la industria), para no perder de vista lo que está ocurriendo aquí y ahora también «por dentro».
Y con un límite claro:
¡NO CANSARME!
O sea, alterno marcha y carrera autorregulándome según mis sensaciones para no cansarme.
No quiero fatigarme, no quiero quemar nada, no quiero exprimirme, no quiero mejorar mis marcas.
*****Ya bastante tengo con el madrugón para el biberón y no parar, literalmente, desde las 5 hasta las 21 entre peques, curro y otras responsabilidades.
Quiero disfrutar de empezar el día moviéndome en base a las dos posibilidades (nunca más concebidas como necesidades) de movimiento más primitivas que tenemos: caminar y correr.
Y ya está.
De lo que se destila un gran principio de movimiento que, como «experto», te recomiendo aplicar aunque no me lo hayas pedido:
CUANDO TE MUEVAS INTENCIONADAMENTE, ASEGÚRATE DE QUE TU PRÁCTICA TE NUTRE, Y NO TE VACÍA.
******Y todo a falta de un futuro anexo dedicado a la frecuencia, porque esto de salir a caminar y a correr es algo que planteo a diario, TODOS LOS DÍAS.
¿CARDIO EN ZONA 2?
Cri, cri, cri… Sin comentarios… (Echa un ojo a este vídeo y su descripción, si te preocupa el tema).
Después de la dosis matutina de vitalidad primitiva humana, a veces con Max todavía despierto y otras veces KO gracias al traqueteo del carrito, en casa continúo con mi práctica.
Porque mi mañana en movimiento no ha terminado aquí.
¿Qué vendrá ahora?
¿Seguirá siendo tan soso, tan cutre?
¿Nada épico, chachipiruli, Mr.Wonderful?
Quién sabe, quién sabe…
Al tanto al Capítulo 3, que pasaremos de lo macro (caminar y correr) a lo micro (XXX).
Y si tienes cualquier duda que quieras que responda, déjala en los comentarios (según las bases del proyecto, ya sabes).
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Rober Sánchez
Hola Rober. No has adjuntado el tutorial de cómo corres. Es a propósito?
Te sigo leyendo muy interesada âº
Un abrazo.
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Perez Zaballos, Ana Isabel
JDEP Prevención y Salud
Prevención / G.Prevencion Y Salud
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Buenas, Ana. Lo tienes como cierre de la sección «Técnica».
Hola Rober!!! Solo saludarte y decirte que me está encantando este proyecto.
Gracias, David. Me alegro de que le estés encontrando su qué.
Hola Rober, este capítulo me ha dado mucho que pensar sobre que significa y nos aporta el hecho de mantenerse presente.
Tú lo explicas de esta manera: «Hay una intención interna que se alinea congruentemente con lo que ocurre en el exterior». Es decir que en un momento dado decides salir a pasear con Max, alternando el caminar y el correr. Estás presente porque estás pendiente del peque, de la calle, los coches, los cruces, la poca gente que haya a esas horas y tus sensaciones para autorregularte y no cansarte. Pero también del entorno, del sol, de la lluvia, frío y calor, y de los sonidos.
Esto es lo que yo creo que quieres decir con MANTENERSE PRESENTE.
Y ahora me pregunto: salir a caminar o correr con auriculares no nos impide estar presentes? Yo he escogido no llevar música ni escuchar podcast cuando salgo a caminar porque me aísla del entorno y de mi propio cuerpo. Pienso que si salgo a caminar lo interesante es escuchar y sentir mi cuerpo y la vida que me rodea formando parte de ella y no apartándome de ella. Caminar para entrar en comunión conmigo y con el entorno aportando ese plus al acto de caminar. También tengo que reconocer que cuando salgo con esta actitud prefiero hacerlo sola, ya que la compañía me distrae y no disfruto lo mismo de la caminata que cuando la hago a solas.
Y solo así podría cumplir con tu premisa:
CUANDO TE MUEVAS INTENCIONADAMENTE, ASEGÚRATE DE QUE TU PRÁCTICA TE NUTRE, Y NO TE VACÍA.
Muchas gracias, Rober
Saludos
PD. Correr no me resulta nada agradable, prefiero caminar a buen paso, corro cuando juego con mis nietos entonces si que disfruto o el otro día que me pilló durante el paseo una gran tormenta y comencé a correr bajo la lluvia torrencial dando gritos de alegría, creo que algo muy ancestral se despertó en mi .
Hola, mcarmenlc. Creo que la idea que pretendía transmitir en torno a mantenerse presente es justo eso, sí.
Respondiendo a tu pregunta, sí y no… Tengo muchas respuestas!! Por resumir: yo, por ejemplo, en el vídeo del tutorial y cuando salgo por las mañanas con Max no llevo auriculares. A esas horas todo está muy tranquilo en mi barrio y, además, busco a propósito caminar y correr por calles peatonales, sin tráfico. En cambio, en otras ocasiones sí me los pongo (las mínimas posible). Y en otras, si veo que no molesto a nadie, uso un altavoz en cualquier rincón que encuentro en un parque o dónde vaya a moverme. ¿Por qué? Por un lado, en ocasiones, porque el ruido de Barcelona me molesta muchísimo y prefiero escoger qué escuchar, desde música a ruido blanco (tengo preferencia por el agua… estilo lluvia, el mar, un río, etc.). Por otro, porque según para qué práctica la música añade un plus (ritmo, incidencia en el «ánimo» del movimiento, actitud). Aunque en este sentido también recurro en otras ocasiones al silencio y «encontrar» mi propia música y sonidos en el «interior». Da para mucho este tema.
En cualquier caso, con o sin música en auriculares, con o sin ruido en el entorno, la intención de mantenerse presente es la mar de factible. Solo que, con según qué ruidos y/o música, y dependiendo del estado actual de uno mismo en un momento dado, hay ambientes y elecciones más favorecedoras o, por el contrario, de mayor desventaja. Recuerdo, por ejemplo, hace tiempo, en una época en la que «entrené» mi atención disciplinadamente, cómo practicaba meditación en el metro de Barcelona muy a propósito. Quiero decir, fíjate el punto que alcancé: iba en metro a propósito para «ejercitar» mi atención en las peores condiciones posibles. Lo que te decía: da para mucho el tema.
Desde luego, y como he intentado transmitir aunque no sé si lo he conseguido al hablar de sentirme vivo y enérgico, es muy probable que si correr no me resultara agradable, no lo haría. Aunque, al mismo tiempo, decidir volver a salir a correr proviene de un error que cometí y, por tanto, en su momento sí resultaba desagradable. Por eso… Ojo con tener lo agradable como medida para elegir qué hacer y cómo moverse. A menudo lo «necesario» es frustrante, difícil, duro, desafiante, tedioso… INTERESANTE suele ser mejor que «divertido» o entretenido.
Un saludo!
Gracias por tu comentario , es muy instructivo. Saludos
Muy bueno, Rober.
Poniendo un poco de cordura y normalidad a uno de los movimientos naturales de la especie humana.
Y con lo de los objetivos (gracias por no utilizar anglicismos como goal setting, quedan fatal), a más de uno lo vas a dejar descolocao. ¿El límite? NO CANSARME. Con mayúsculas.
Porque mucha gente cree que el ejercicio (y dale con el ejercicio, pero es que sale sin pensarlo, de lo interiorizado que lo tenemos) consiste en castigar a su cuerpo por sus «defectos». Demasiado débil, demasiado peso, comí demasiado ayer, demasiado estrés, demasiados pocos kilómetros…
Y es lo que fomenta el CIF, el Complejo Industrial del Fitness. No limits. Supera tus límites. Como acabar tu primer 10K, 15K, 100K, tú primer Ultra… Las 10 mejores zapatillas con amortiguación, qué electrólitos tomar, los mejores suplementos para la recuperación, apúntate a nuestra carrera, es por una causa solidaria…
¡Vaya brasa!
Ellos sólo quieren verte feliz. Y que compres sus productos. Porque si no alcanzas tus objetivos y aparece la frustración, ellos saben cómo ayudar y tienen lo que tú necesitas…
Pues yo me apunto al trote cochinero y a una práctica de movimiento que te nutre, no te vacía.
Y ya lo estoy viendo: camisetas Trote Cochinero by M de Movimiento.
Un saludo , Rober.
Acabas de desenmascarar unos cuantos de los trucos de la industria, Fernando. Parece que tienen buenas intenciones, pero en el fondo es todo como muy maquiavélico.
En cualquier caso, hablando de mercadotecnia, me apunto lo de las camisetas, que yo también quiero ganar petrodólares, jajaja!
Jajajajaja me encanta. Ayer mismo salí con esa intención y corrí más, con mejores sensaciones (no esfuerzo, forzar) y hoy no me duele nada.
Qué bueno, Ale. Más paradojas para la mochila del movimiento. «Intentar» hacerlo peor y como consecuencia hacerlo mejor, jajaja. Enhorabuena!
Sobre el Anexo «Cómo despreocuparte por el cardio en zona 2», he pensando en un ejemplo que me gusta hacer.
Cuando sé que tengo que ir a un sitio que me va a implicar diferentes desplazamientos (caminar hasta el metro, subir y bajar escaleras, estar quieto en un vagón que se mueve…), si ese día he sentido que me he movido poco y siento que necesito movilizar mis artículaciones, sorprender a mi frecuencia cardiorespiratoria con cambios, activar mi estado de alerta porque me muevo a mayor velocidad y mi estado de acción-reacción necesita estár más atenta… zas! ahí me lanzo a mi aventura de caminar con brío hasta la boca de metro, ocupar las escaleras que no se mueve sino que yo me muevo en ellas (¡además vas solo y la gente desde las automáticas te mira raro! es divertido), ponerme en el vagón en modo no me sujeto que mi musculatura me va a aguntar la posición de los micromovimientos y curvas del tren…
Ya lo que me he acalorado, lo que me ha tenido entretenida, hace su bienestar en mi. Además, más mejor si lo he hecho escuchando a Drexler o Robe (tú no, que no te he oído cantar 😉 imaginarás que es el de Extremoduro jeje).
Confieso que a veces hago estos trayectos sin acordarme de aprovechar ese tiempo como un espacio activo de bienstar, de movimiento, a veces voy con el piloto automático o cansada y hago como que no me acuerdo. Pero cuando lo hago, luego no, MIENTRAS, me siento genial.
Marta A.-
Qué guay, Marta. Cuadra mucho con cositas que saldrán a la luz cuando hablemos de «movimiento integrado». GRANDES ejemplos los tuyos, especialmente para abordar la resistencia de «no tengo tiempo». Así mismo como una buena dosis de mediocridad, normalidad, al confesar que no ocurre «siempre». Pero es que tampoco se trata de eso. Mil gracias!
Buah «…ASEGÚRATE DE QUE TU PRÁCTICA TE NUTRE, Y NO TE VACÍA» Chulísimo, yo esto me lo tengo como mentalidad de vida, intentando aplicarlo al máximo de cosas que hago:
Seguimos..
Gracias.
Esther
Está claro, Esther, que tú ya llevas el movimiento al resto de toda tu vida, al Movimiento. Estás en el camino 😉