Lo dije a principios de temporada.
Este año (soy de los que cuenta los años como en el cole) el blog iba a ir más sobre ti que sobre mí. De ahí que haya publicado tan poquitas cosas en torno a qué estoy haciendo, y más acerca de bastantes cosas que puedes hacer tú (entre ellas este proyecto de movimiento, este otro y este ebook, todos gratuitos).
Sin embargo, porque le seguirá dando contexto a todo este jaleo y porque es de justicia contigo, lector, sobre todo si llevas tiempo acompañándome en este viaje bloguero (puede ser que hasta más de 9 años), de vez en cuando voy a publicar entradas como esta, en plan «Qué es de mi vida».
Y la verdad, haciendo honores a mi viejuno libro/blog «una vida sencilla», que parece haberse puesto de moda otra vez gracias a mi amigo Pedro de Paleobull, este año mi vida se ha reducido casi de forma exagerada, ultra-sencilla, a tres ámbitos, dejando a un lado las relaciones personales (algo en lo que no pienso entrar porque creo que no aportaría nada aparte de eso, que sí, que las tengo).
MI ENTRENAMIENTO
Como en los inviernos de los últimos años, estos meses atrás me he dedicado más a entrenar que a practicar o a moverme en sí, algo que dejo para los meses de mejor tiempo en Barcelona (aunque aquí siempre hace buen tiempo).
¿Qué he estado haciendo?
Cuando estoy en «modo acondicionamiento» hay dos focos bastante obvios, los cimientos de todo lo demás, la fuerza y la movilidad -que, por cierto, cada vez me parecen términos más difusos, o ambiguos, no sé.
Empezando por el final, en cuanto a la movilidad, a pesar de centrarme en ella específicamente, por primera vez la he enfocado prácticamente de manera orgánica, no lineal o analítica.
Y este trabajo lo he divido en dos partes:
· Por un lado, la acumulación de volumen, la reiteración, el machaque de los básicos de movilidad orgánica, para provocar un impacto rotundo en mi resiliencia a la hora de moverme muy bajo sin necesidad de calentar y otros trucos, basándome en la idea de transitar y trasladarme a ras de suelo sin usar las manos.
Esto es algo que les sonará especialmente a los investigadores de los programas Movilidad Natural y Squat. Aunque lo que yo practico ahora es un pelín más complejo, todo se genera a partir de esos fundamentos.
Gracias a este trabajo casi diario, después de superar una lesión de rodilla bastante chunga que he arrastrado durante año y medio (y que nadie ha notado, ¿verdad?), nunca me había encontrado tan resistente, fuerte, ágil e inteligente por ahí abajo.
He aquí un ejemplo muy simple:
· Por otro lado, he estado experimentando con un concepto que me llama la atención, la aplicación de velocidad en patrones que requieren de cierto nivel de movilidad, o sea, no solo poder moverse en un rango de movimiento amplio, sino además hacerlo rápido (la velocidad está muy relacionada con la fuerza máxima).
En este vídeo puedes ver a lo que me refiero, otra vez partiendo de un patrón que pertenece a ese repertorio que practicamos en el programa Movilidad Natural, en el módulo «el arte de levantarse del suelo sin usar las manos», y que he llamado dragon squat speed spin racatacapumchimpampum:
Como ves, fuerza y movilidad se difuminan, se confunden, se fusionan.
¿¡Pero esto qué es!? ¿Registramos una certificación level master1000 en fuermovilidad?
En fin, en paralelo, alrededor de mi tren superior he estado trabajando la fuerza lineal de empuje y tracción. En realidad, más la de empuje que la de tracción, porque individualmente me interesa más de cara a moverme por el suelo.
Y este año, por fin, cogí por los cuernos un patrón que tenía cruzado (y que evitaba), puse toda mi mediocridad en el asador, y me centré justo en eso, no en lo que se me da bien, que es empujar verticalmente, sino en lo que se me da mal, empujar horizontalmente.
Y encima, para rizar el rizo, me propuse implementar una metodología minimalista, que pronto explicaré lo que es, y que se resume en entrenar muy poco y muy bien.
Los resultados, que para los cracs no son gran cosa, para mí han sido espectaculares.
Nunca he tenido tanta fuerza entrenando tan poco.
Y esto a poco más de cuatro semanas de cumplir los 39. No estamos tan mal, como decía Laporta -madre mía, citando a Laporta…
Este vídeo es una demo de lo que era uno de mis entrenamientos de hace algo más de un mes. Ahora he mejorado más, bastante más. Eso significa que puedo hacer dos de estas consecutivas, y casi tres:
Más allá de esos dos focos, evidentemente, hay varias cosas que se han quedado en mantenimiento y que he ido explorando con menos frecuencia, pero que siguen ahí, entre juegos, verticales, locomociones, malabares y correr, como casi siempre, con mi perra.
El mantenimiento siempre se implementa con calma:
MI HIJA
Bueno, mi medio hija, porque todavía no ha nacido -pieles sensibles con este comentario, por favor, curtirse ya. Claro que mi diminuto yo Mr. Wonderful la considera mi hija, así, completa, pero mi consciente yo Es Lo Que Hay hasta que no la vea no se lo va a creer. Meta-realismo.
En fin, si todo va bien, nacerá pronto, en menos de un mes.
En relación con el movimiento no puedo decir mucho más que exponer que no tengo ningún plan para cuando nazca. Y es algo que hago a propósito.
La mejor forma de adaptarse a la incertidumbre es partir de la incertidumbre.
No tengo ni quiero tener ni idea de lo que pasará ni de cómo plantearé mi práctica, al menos los primeros seis meses, que estadísticamente son los más inciertos.
Solo sé una cosa en este sentido. Pase lo que pase, moverme es una prioridad.
Así que, en el peor de los escenarios, si sale de esas que te destrozan la vida y el sueño y toda tu existencia, como parece que la mayoría de padres ven y experimentan la paternidad, y que encima no tienen reparo en desearte que te pase lo mismo, tengo claro que minimizaré mi vida incluso más. Aun hay cosas que sobran, por lo que todavía tengo margen para generar tiempo, espacio, energía. Por eso no estoy preocupado en este sentido.
Y si no, o, como dicen, si sale «buena», como si los bebés que no duermen y no comen y solo lloran fueran «malos», pues seguiré con el mismo plan, no planificar nada, y seguiré moviéndome, pero más descansado.
Creo que voy a cambiarle el nombre al blog otra vez, y en lugar de M de Movimiento se llamará P de Perogrullo.
MI TRABAJO
Me lo habéis preguntado muchos, y agradezco vuestro interés.
Refiriéndome otra vez a mi libro/blog «una vida sencilla», que terminé/cerré con aquel Foco, foco, foco, este año estoy aplicando a rajatabla mi lema «una sola cosa a la vez».
Por eso, esta temporada todo mi trabajo está centrado en el Laboratorio de Movimiento y es 99% online.
El 1% restante son colaboraciones que tenía comprometidas desde verano con Nexes – Més que Pilates, impartiendo algunos talleres para sus profesores de cara a las clases de movimiento que ofrecen para sus alumnos, y con la tribu de Wods, el box de Entrena como un héroe, con quienes llevo tres años trabajando, aunque ahora las clases semanales van a reducirse a una mensual.
El resto, coaching 1 a 1, talleres y cursos presenciales, jornadas de movimiento, etc., se mantiene en stand by.
Soy humano. No puedo con todo. Y prefiero hacer una cosa bien que varias regulín regulán.
Sea como sea, de verdad, muchas gracias a todos los que os interesáis por mis servicios presenciales.
La próxima temporada será otra historia (si sale «buena», claro. ¡Juas!).
Y esto es todo lo que da de sí mi vida a día de hoy.
Como hemos acabado hablando de trabajo, te recuerdo que la vida online continúa.
¡Nos (mo)vemos)!
Rober
![]() Accede a los programas gratuitos de bienvenida y empieza a entrenar tu movilidad, tu fuerza y tu habilidad con cabeza. ¡Muévete! |