Por qué debes ir al gimnasio y hacer ejercicio (Caminar 10.000 pasos no es suficiente)

Portada libro grandeDesde que salió a la luz Camina, salta, baila, hace casi un mes, me han salido amigos por todas partes.

Hacer amigos y conocer gente nueva me gusta, y más cuando esa relación nace del interés por reflexionar, ser conscientes y darle coherencia a un tema tan importante a nivel social y cultural: la actividad física.

Pero algunas de estas nuevas relaciones han traído con ellas un problema (de alguna manera, sabía que iba a pasar).

El caso es que un buen puñado de estos nuevos amigos están malinterpretando lo que trato de promover, o bien por pereza, o bien por reduccionismo.

Que mis amigos sean gandules no es algo que me preocupe. Todos tenemos nuestros días y rachas. Yo también. Incluso hay quien es vago de base. No pasa nada. Uno puede ser un holgazán a corto, medio o largo plazo y, como un estoico, seguir haciendo lo que sabe que debe hacer, en este caso moverse cubriendo todas las necesidades que uno tiene como ser humano.

Ahora bien, lo que no me gustan tanto son las personas que ven la vida en blanco y negro, y reducen una idea y se agarran a ella porque les va bien así, omitiendo la parte del mensaje que les incomoda.

Cada cual escoge sus amistades según una serie de valores. Si eres binario, no puedes ser mi amigo.

Si quieres ser mi amigo, vas a tener que entender lo que voy a explicarte hoy.

Insisto, al menos eso, comprenderlo.

Que luego no lo acabes de implementar en tu vida es cosa tuya.


NECESITAS Y DEBES HACER EJERCICIO


Mira que lo explico con pelos y señales en el libro.

Y mira que me he hartado de recalcarlo y matizarlo en todas las entrevistas que me han hecho hasta ahora —porque sé que luego pasa lo que pasa y cada uno entiende lo que quiere.

Claro, titulares como este no ayudan…

Pantallazo ABC
Fuente: ABC Bienestar. Aquí puedes leer la entrevista completa.

No sé si lo escogería María, la chica que me entrevistó, o su jefe o un «experto en tráfico». Ella, la verdad, me trató y me cayó muy bien. Y la entrevista es buena, concisa, va al grano. Es más, el hecho de utilizar un titular así es la mar de comprensible, da igual la persona que tomara la decisión. Clickbait puro y duro. La competencia por un clic hoy en día es tremenda.

La cuestión es que, incluso cuando algunos matices podrían hacer cierta una sentencia como «Subir escaleras o cargar la compra puede ser mejor que ir al gimnasio», en ningún caso y jamás he dicho ni diré que el movimiento integrado (cualquier esfuerzo que realices en tu vida cotidiana) pueda llegar a sustituir el movimiento intencionado (lo que entendemos por hacer ejercicio, ir al gimnasio, hacer deporte, entrenar o, como reza el título de mi libro, ¡saltar y bailar!).


Si quieres profundizar en estos dos términos, lee: Movimiento integrado y movimiento intencionado. Definición, diferencias y la cruda realidad.


A ver… Las necesidades fisiológicas de movimiento y actividad física que tenemos como seres humanos están determinadas por nuestro diseño evolutivo.

Otra cosa son las necesidades sociales, culturales, emocionales, espirituales, artísticas de cada persona, que son tremendamente subjetivas y podrían cubrirse con prácticas más «modernas».

Pero las necesidades fisiológicas humanas vienen dictaminadas por cómo hemos interaccionado con el medio como especie durante la mayor parte de nuestra historia.

Los principios y los «nutrientes de movimiento» que necesita tu cuerpo (TÚ) para funcionar bien a nivel locomotor, cardiovascular, digestivo, respiratorio, endocrino, neurológico, psicológico son exactamente los mismos que necesitaban nuestros antepasados del Paleolítico, hace más de 200.000 años.

Y su actividad física, simplificándolo mucho, consistía en moverse en dos extremos:

  1. Moverse con mucha frecuencia, durante mucho tiempo y a intensidades de bajas a moderadas, como caminar, recolectar o explorar.
  2. Moverse con poca frecuencia, durante poco tiempo y a intensidades altas, como correr, saltar, trepar, forcejear, cargar en episodios de caza, lucha, juegos o huida.
IntensidadesEntrenamientoPaleolitico
Fuente: este artículo en el que mi camarada Marcos Vázquez te explica algunas alternativas para cubrir tus necesidades de alta intensidad

De ahí que…


CAMINAR 10.000 PASOS NO ES SUFICIENTE


Ni caminar 10.000 pasos, ni cargar con la compra, ni subir las escaleras en lugar de coger el ascensor, ni bajarte del bus una parada antes, ni cualquier tipo de movimiento, esfuerzo o actividad física que puedas integrar en tu vida es suficiente.

Es una parte.

Una parte importante. Mucho.

La que representa el primer tramo de la curva de la gráfica, a la izquierda, y que mantiene tu cuerpo despierto, lubricado, fresco, atento, preparado, vivo.

La que cubre parte de tus necesidades de movimiento.

Pero no todas.

No la otra parte.

El vigor, la intensidad, la exigencia.

El segundo tramo de la curva, el de la derecha, que obliga a tu cuerpo a hacer frente a esforzarse y exprimirse, en periodos poco frecuentes y cortos, claro, y le estimula para adaptarse y mantenerse capaz, hábil, ágil, fuerte, móvil, competente.

Y ese trabajo de fuerza, de movilidad en los extremos, de ejercicios de agilidad, de exposiciones a estímulos vigorosos, la mayoría de nosotros solo podemos llevarlos a cabo si dedicamos un tiempo exclusivo e intencionado para hacerlo.

Como sea y donde sea. Con métodos más modernos o más ancestrales. En gimnasios más convencionales o más sofisticados. O en el parque, la playa, el monte o incluso en casa.

(Mi forma preferida es la calistenia. No tiene por qué ser la tuya)

Te guste o no, necesitas y debes hacer ejercicio, entrenar.

¿Por qué? Porque no hay manera de integrar esos esfuerzos vigorosos en la vida cotidiana. Por eso nos hemos inventado el entrenamiento físico, la gimnasia, el deporte y el resto de postizos que intentan cubrir esa parte de necesidades y nutrientes que el día a día, cómodos y automatizados, ya no nos va a dar.

Que la pereza, los titulares, las interpretaciones parciales, el gen ahorrador no te engañen.

Cada tipo de actividad física te nutre y es necesaria de una forma específica y distinta.

Y tu cuerpo, seas quien seas, tengas la edad que tengas, también si eres una «persona mayor», aunque siempre contextualizándolo y adecuándolo a tus condiciones individuales, de vez en cuando, ni que sea un par de días a la semana, necesita vigor.

Integrar el movimiento en tu vida es necesario y no es suficiente.

Hacer ejercicio es necesario y no es suficiente.

Ambos son necesarios y deberían formar parte de tu actividad física.


Rober Sánchez – M de MovimientoSoy Rober Sánchez, director del Laboratorio de Movimiento, nuestra plataforma de entrenamiento online. Desde 2003 enseño a las personas a entrenar para construir cuerpos móviles, fuertes y hábiles, y poder moverse de verdad.

Accede a los programas gratuitos de bienvenida y empieza a entrenar tu movilidad, tu fuerza y tu habilidad con cabeza. ¡Muévete!