Qué barra de dominadas comprar para entrenar en casa

Muy bien.

Pongámonos en situación.

Cosas que tenemos claras:

  1. Colgarnos está en nuestro ADN (y el precio de no hacerlo). No es una opción. Es una necesidad. Al menos si quieres que tu cuerpo funcione bien.
  2. Los beneficios de colgarte y las adaptaciones corporales resultantes afectan a manos, codos, hombros, espalda, tórax y columna. Colgarse es el 6 en 1 del movimiento del tren superior.
  3. Tres de las cuatro capacidades básicas de la movilidad natural de los hombros y espalda alta implican estar colgado y/o moverse colgado.
  4. Hay tres tracciones universales para una espalda funcional, que funcione bien, y que implican colgarse.
  5. Instalar en casa un soporte del que colgarte puede parecer algo radical. Sin embargo, no lo es tanto si lo comparas con otras tantas cosas y hábitos que parecen la mar de “normales”. Para flipar, radicalmente.

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Perfecto.

Por fin usas eso que tienes apoyado encima de los hombros (con cariño te lo digo) y decides comprarte una barra o cualquier cosa de la que colgarte, balancearte, traccionar y todo lo que se te ocurra para instalarlo en casa.

Y la pregunta del millón hace su aparición estelar.

¿QUÉ BARRA ME COMPRO PARA INSTALAR EN CASA?

Uff…

Mira que la respuesta puede parecer sencilla: pues una barra, ¿no?

Pero después de años y años y mil pruebas en estos asuntos, mías y de decenas de personas que he conocido con distintas experiencias, pues como que no lo es.

En este artículo voy a intentar ayudarte en la medida de lo posible.

Y recalco: no es fácil.

¿Por qué?

Principalmente porque por el camino de responder a esa pregunta vas a tener que plantearte otras tantas como…

  • ¿Para qué quiero específicamente la barra? ¿Qué voy a hacer con ella? ¿Voy a darle un uso esporádico o intensivo?
  • ¿Con qué infraestructura cuento (espacio, calidad de las paredes o los marcos de casa, dónde quiero instalarla)?
  • ¿Me interesa poder transportarla o prefiero fijarla?
  • ¿Cuál es la calidad del agarre de la barra en cuestión?
  • ¿Cuánto dinero estoy dispuesto a invertir?
  • ¿Qué nivel de versatilidad me ofrece? ¿Cuenta con diversos agarres? ¿Podré aprovecharla para colgar otros gadgets como anillas, TRX, bandas elásticas…?

…y otras que se me olvidan o que tienen que ver, por ejemplo, con la estética (material, colorines, etc.).

¿INTERNET O TIENDA?

Aunque te pueda sorprender, esta es la primera cuestión a resolver.

¿Dónde comprar la dichosa barra? ¿En Internet o en una tienda física?

Mi primera recomendación en esta aventura: como mínimo comprueba cómo es la barra en cuestión físicamente, en una tienda.

No hace falta que te puedas colgar, pero al menos sí tocarla, comprobar su solidez, la calidad de los materiales y, sobre todo, por encima de todo, especialmente, muy especialmente, más especialmente, la calidad de su agarre, la textura de la barra.

Claro, a lo mejor no te es posible o no encuentras una tienda física que tengan la barra que parece que te interesa más, una que has visto por ahí en Internet o te ha recomendado alguien.

Muy bien. Segunda alternativa: ve a Amazon, búscala allí e investiga sobre todas esas cuestiones en la sección de opiniones de los clientes. Puedes fiarte completamente. Piensa que la mayoría de las personas que han dejado su comentario son personas como tú. No te van a engañar.

Luego, si la has tenido en tus manos pero prefieres comprarla por Internet por aquello de encontrar la mejor oferta, pues es cosa tuya.

En cualquier caso, si puedes, primero tócala.


Paréntesis: a continuación, al hablar de los distintos tipos de barra disponibles, voy a enlazarte a alguna tienda online, casi siempre a Amazon.

En cualquier caso, esto implica dos cosas:

  1. Aunque te enlace allí, los enlaces no son de afiliación. Amazon y el resto no me van a pagar una comisión porque les compres “de mi parte”. Cobro por mi trabajo, no por mis recomendaciones de productos. Si te recomiendo algo es porque creo que te puede ser útil, no porque me paguen.
  2. Puede ser que, con el tiempo, los productos enlazados no estén disponibles. Piensa que publico este artículo a mediados de octubre de 2020. El mercado y las tiendas online, como Amazon, son muy volátiles.

Dicho esto, a partir de ahora tómate las recomendaciones concretas que te enlazo como meros ejemplos.

Mi meta-recomendación por encima de esas recomendaciones es que investigues por tu cuenta.


A partir de estas aclaraciones previas, aquí tienes las diferentes alternativas que tienes en el mercado:

BARRA DE MARCO DE QUITA Y PON

Esta es la opción por lo general más económica.

Claro, te puedes encontrar de todo, desde las súper baratas a cosas más “profesionales”.

La ventaja principal de estas barras es, obviamente, la comodidad de no tener que dejarla fija en un sitio, al poder ponerla y quitarla en cualquier momento, incluso llevarla contigo a cualquier parte.

Ahora, has de tener en cuenta algunas cosillas.

La primera es que generalmente no son barras de una pieza, sino un ensamblado de varias. Esto, sumado a que es un gadget del que te vas a suspender con todo tu peso corporal, hace que acostumbren a ser más endebles.

¿Riesgo de rotura? Diría que ninguno. En principio todos estos productos han pasado sus tests de seguridad. Ahora, sí que es cierto que con el tiempo suelen ser los que menos duran.

Además, como los materiales acostumbran a ser de peor calidad, el agarre tampoco suele ser muy bueno.

De todas maneras, dentro de esta opción hay diferentes calidades y, lógicamente, dependiendo de la calidad que escojas pues el precio también va a variar.

Lo último a tener en cuenta, por si las moscas, es asegurarte de que las medidas de la barra y el tipo de anclaje son compatibles con las del marco de la puerta donde tengas pensado utilizarla.

A nivel de uso, otro aspecto a no perder de vista es que la altura que te va a ofrecer una barra de este tipo nunca va a superar la altura de la puerta. Es decir, normalmente como mucho unos dos metros. Si eres de los míos (rozo los 190cm) prepárate para tener que flexionar las rodillas siempre, o incluso para rozar el suelo con ellas (a mí me ha pasado a veces).

Aquí te dejo un par de enlaces de ejemplo:

BARRA A PRESIÓN

En un escala de precio y utilidad semejante puedes encontrar unas barras que van a presión.

Generalmente, en este caso lo que pierdes en comodidad (están pensadas para dejarlas fijas, aunque el mecanismo para instalarlas y desinstalarlas es súper sencillo y también puedes transportarlas), lo ganas en robustez (una sola pieza).

Además, estas barras acostumbran a tener mejor agarre, sobre todo aquellas recubiertas de goma, mucho mejores que las recubiertas de espuma (ojo con esto), y más duraderas.

Por otro lado, también ganas en versatilidad, ya que no tienes por qué instalarla solo en un marco de puerta. También lo puedes hacer de pared a pared, entre tabiques.

Eso sí, te recomiendo que entre los extremos de la barra y las paredes o el marco coloques algo para protegerlos, incluso cuando la barra cuente con sus propios protectores de goma. Un par de retales de tablero son suficientes.

Finalmente, una barra a presión queda mucho mejor fijada que una de quita y pon, por lo que anclarle unas anillas, un TRX o unas gomas es una posibilidad extra que te ofrecen (en las de quita y pon no es que sea muy buena idea; las inercias resultantes al usar estos accesorios pueden jugarte una mala pasada, desajustar la barra y… ya sabes…).

Aquí tienes otro par de ejemplos:

BARRA FIJA DE PARED O TECHO

La cosa se va poniendo seria, y no por mucho más dinero (de hecho, si rebuscas puedes encontrar cositas que están bien y son asequibles).

¿Qué ganas con este tipo de barras?

Algo de lo que habíamos medio hablado…

Las anteriores, dependiendo de dónde las vayas a colocar (marco, pasillo, etc.) siempre van a tener una limitación de altura y espacio alrededor de la barra, algo que limitará a su vez las cosas que puedas practicar con ella.

Una barra fija, ya sea de techo o de pared, la puedes colocar donde tú quieras. Esto puede ser una ventaja y una desventaja al mismo tiempo.

¿La ventaja? Ganar en altura y en espacio alrededor.

¿La desventaja? Como su nombre indica, que una barra sea fija implica que no vas a poder moverla de sitio. Allí donde escojas que instalarás la barra, allí se va a quedar. Piénsalo bien.

Además, en este sentido lo primero que tendrás que hacer es asumir que vas a tener que agujerear la pared o el techo en cuestión, y asegurarte de que soportará la barra y tu propio peso corporal, sumando unos cuantos kilos (al menos un 20% más) derivados de las inercias y aceleraciones que puedas provocar en la barra al moverte colgado.

En este sentido, también juegan un papel importante el tipo de tacos o anclajes que utilices para anclar la barra a la pared o el techo.

Por otro lado, al ser más armatostes, también acostumbran a ser mucho más robustas que las anteriores y, por tanto, más duraderas, por no hablar de que pueden ofrecerte más opciones de anchura, tipos de agarre, etc.

Y como las barras a presión, aunque añadiéndole la ventaja de la altura y la amplitud de espacio alrededor, estas barras también te permiten utilizarlas de soporte para anillas, TRX y otros accesorios sin problema.

Un par de ejemplos:

ESTACIÓN DE TRACCIÓN

Otra alternativa es hacerte con una estación de trabajo que incluya una barra de dominadas para suspenderte y entrenar tus tracciones.

En general te ofrece las mismas ventajas «de movimiento» que una barra fija de pared o techo. Suelen ser más altas y te dan más juego a nivel de espacio alrededor de la barra.

Además, no tienes que hacer agujeros ni arriesgarte a que te arranquen media pared, y la puedes reubicar a tu antojo.

Claro, más versatilidad en este sentido implica ciertas desventajas en otros.

Por un lado, son un poco menos robustas y, por tanto, duraderas. Aunque también hay matices, por supuesto. Encontrarás armatostes que te van a durar toda la vida.

Por otro, suelen presentar carencias a nivel de estabilidad y dependiendo de para qué las uses y cómo las uses puedes experimentar que se tambalee de un lado a otro, algo que no es que sea peligroso, pero sí incómodo, por no hablar de que cuanto más lo haga menos vida tendrá la barra (se te estropeará antes).

Si optas por una de estas, asegúrate de que es estable.

Igual que las anteriores, también te sirven para anclar anillas, TRX, etc. Punto a favor. Aunque… vigila con lo de la estabilidad. ¿Te lo había dicho ya?

Como ventaja final, piensa que este tipo de estaciones también suele incluir un par de soportes para hacer fondos como mínimo. Las más pros un montón de cosas. Gran punto a favor si buscas un todo en uno.

Ejemplos:

ESPALDERA

La opción de la espaldera no es nada descabellada. Collons, es “mi” opción (aunque también tengo una barra a presión en el balcón).

Ojo. Instalar una espaldera implica unos requisitos parecidos a las barras fijas de pared y techo, con sus respectivas ventajas y desventajas.

¿Qué tiene de chulo (en mi opinión)? Que estéticamente encajan mejor en un piso (al ser de madera) y que la naturaleza de las espalderas, con todas las opciones que representan todos sus listones, la hace mucho más versátil, te da mucho más juego.

Eso sí, si lo que quieres es practicar suspensiones, balanceos y tracciones verticales, te recomiendo que cuente con una escuadra superior que sobresalga lo suficiente. Las espalderas tradicionales (con la barra superior pegada a la pared) no te serviría para este uso.

La mía es la de Decathlon y estamos encantados.

En este enlace la puedes ver y comprar.

A LA CARTA

Como última opción, que no tiene por qué ser un disparate, puedes hacerte construir una barra o estación a la carta. Es una posibilidad.

Puede ser algo tan simple como una barra fija que vaya de pared a pared en medio de tu comedor. O algo tan sofisticado como unas monkey bars o una súper estación de street workout para instalarlas en tu terraza.

El optar por algo a la carta tiene esa gran ventaja: todo, absolutamente todo lo eliges tú (tamaño, altura, agarre, materiales).

La “desventaja”: vas a tener que pagar más. O no… (te sorprenderías; investiga, porque hay gente por ahí que hace unos trabajos muy chulos).

No te dejo enlaces. Solo una foto de uno de mis sueños:

COMO TODO, ES UNA CUESTIÓN PERSONAL

Teniendo en cuenta todo lo que te acabo de explicar, la última palabra, cómo no, la tienes tú.

Si eres un iniciado en estas cosas, yo suelo recomendar empezar por lo pequeño y barato (pero no cutre, ojo). Tal vez con una mínima inversión económica y de espacio tienes más que suficiente.

Si ya llevas tiempo experimentando y/o tienes claro que vas muy en serio, me plantearía algo más “contundente” y pensando en el largo plazo.

En cualquier caso, espero que esta mini-guía y todos sus matices te ayuden a tomar una buena decisión, aunque eso no lo podrás saber ahora.

Solo hay una manera de comprobarlo.

Como todo en la vida.

¡A colgarse!

Rober Sánchez

Laboratorio de Movimiento